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BazarShop: de "la paca" a la venta en línea en Xalapa

  • Fryda Padrón
Con el bazar, Deneb no solo encontró una forma de generar ingresos, también se acercó más a una de sus pasiones, cuidar el medio ambiente

Deneb rompió con los estigmas alrededor de la compra y venta de ropa de segunda mano en Xalapa, al mismo tiempo que fundó y posicionó un negocio que se convirtió en uno de los bazares en línea con mayor alcance entre usuarios de Internet en la capital de Veracruz.

“BazarShop” tiene casi nueve mil seguidores en Instagram. Deneb utiliza esta plataforma para mostrar prendas de ropa a sus clientes que encuentra en “la paca” y posteriormente confecciona para convertirlas en una alternativa económica.

 

 

La joven de 25 años, egresada de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana, encontró en este negocio no solo la forma de subsistir, sino al mismo tiempo de acercarse a una de sus pasiones, que es el cuidado del medio ambiente.

 

 

“Hace como siete años yo ubicaba un bazar de Chiapas que se llamaba Bellota Shop y me gustaba mucho su ropa, de hecho, no podía creer que fuera ropa de segunda mano y poco después una amiga me comentó de un lugar aquí en Xalapa donde vendían ropa de segunda”, menciona en entrevista con E-Consulta Veracruz.

 

En la época en la que Deneb descubrió la ropa de segunda, la aplicación Tumblr se encontraba en auge entre los jóvenes, ya que en la plataforma era utilizada por bloggers de moda, belleza y comida.

 

“Yo recuerdo que en esa época me gustaba mucho usar Tumblr y ahí veía muchas tendencias de moda, como mom jeans y mom shorts y así. Me acuerdo que cuando fui a ese tianguis encontré los mom shorts y para mí fue como ¡wow!, porque en las tiendas de Fast Fashion solo vendían cosas a la cadera y skinny jeans”, comenta.

 

 

Bazar Shop inició hace cuatro años como una combinación del gusto de Deneb por la ropa de segunda y sus ganas de ser más independiente. Antes de abrir el bazar, ella se dedicaba a la fotografía, vendía sesiones fotográficas, sin embargo, buscó otra forma de generar ingresos.

“Me aburrí un poco de la fotografía y busqué otra forma de generar ingresos. Necesitaba dinero para un viaje así que le dije a mi hermana que pusiéramos un bazar y ella fue mi primer inversionista”.

Deneb inició con el bazar en una época en la que comprar ropa de bazar o ropa de segunda no era tan bien visto, ya que existía un fuerte tabú sobre el tema, por esa razón -cuenta entre risas- asistía a los tianguis con lentes grandes, gorras o capuchas para que no la reconocieran.

 

“Cuando recién mi amiga me mostró ese tianguis, recuerdo que íbamos hasta con lentes y gorras para que no nos reconocieran, nos daba un poco de pena”.

 

Deneb decidió abrir un bazar porque se dio cuenta que en Xalapa no había bazares de segunda mano. Al principio se enfrentó a varios comentarios negativos, pero eso no la detuvo, enfrentó las críticas y ahora su bazar es uno de los más populares, no solo en Xalapa, ya que realiza envíos a todo México.

 

“Cuando recién abrí el bazar pues no tenía muchos seguidores de Xalapa, solo a mis amigas. Al principio sí me enfrenté a muchos comentarios negativos, aunque yo sabía que era ropa en buen estado siempre me preguntaban si la ropa estaba bien, si no tenía defectos o si ya era lo mínimo porque era usado”.

 

Con el paso de los años los bazares en línea, principalmente en Instagram, se han hecho más comunes por lo que los tabúes han ido desapareciendo, sin embargo, Deneb aún recibe comentarios sobre los precios de las prendas que vende en su bazar.

“Bueno, tienen que saber que no solo es la ropa, también le invierto mi tiempo en lavar la ropa, envolverla, comprar cosas que se necesitan, por ejemplo, yo tengo una cámara profesional, invierto en espejos para el bazar, los posters, los percheros, el tapete, cosas para hacer más atractivas las fotos. No es lo mismo ir al tianguis desde temprano y escoger prendas en montañas de ropa a ver la prenda ya lavada y con la producción que está detrás de cada foto. Es mi trabajo de tiempo completo”, agrega Deneb.

 

 

El golpe de la pandemia

Pese a que los bazares en línea se encontraban en auge a inicios de la pandemia por covid-19, Deneb se enfrentó al cierre de los tianguis, por lo que conseguir prendas para sus actualizaciones se volvió complicado.

 

“Al inicio la pandemia nos afectó porque cerraron todos los tianguis, entonces a mi novio y a mí nos fue muy difícil conseguir mercancía, lo que nos salvó fue que yo siempre guardé ropa; no vendía todas las prendas y, además, dejé de hacer actualizaciones semanales, empecé a hacer solo dos por mes”.

 

Además de reducir el número de actualizaciones, Deneb tuvo que modificar sus protocolos de seguridad al momento de comprar ropa para las actualizaciones.

 

“Con la pandemia además de la dificultad para comprar nueva ropa para el bazar, cada que vamos a los tianguis vamos mega protegidos, nos desinfectamos las manos cada que pagamos o cambiamos de mesa, desinfectamos las bolsas de ropa antes de subirlas al carro y llegando a mi casa lavo todo”.

 

Pero la entrega de sus paquetes también se vio afectada por el cierre de varias calles del centro de Xalapa; trasladarse de un lugar a otro se volvió complicado, además, los envíos nacionales tardaban más en llegar a sus destinos.

 

 

Consumo local y medio ambiente

Como bióloga, Deneb apuesta por el consumo local y sustentable. Durante la entrevista presume que utiliza su bazar como una plataforma para compartir la cultura del Fast Fashion Detox e invitar al consumo local y apoyo a emprendedores.

 

“Para tener un armario sustentable no necesitas tener muchas prendas o empezar a comprar más second hand y dejar el fast fashion, el mensaje es hacer solo compras conscientes, usar prendas claves que sabes que puedes utilizar más y no comprar solo tendencias o impulso. La sustentabilidad se basa en eso, usar lo que ya tienes, tus recursos y comprar solo conscientemente”.

 

 

Para Deneb es de suma importancia difundir temas de cuidado ambiental, sobre todo en una de las industrias más grandes, la moda.

 

“Como bióloga no juzgo a las personas que compran en marcas fast fashion, porque yo también compré ahí, pero hay que investigar más acerca de qué consumimos, estamos en una era muy activa en internet, ¿Por qué es tan barata la ropa?, ¿a qué y a quiénes está afectando para que tengas una prenda nueva a tan bajo precio?, ¿cuál es el verdadero costo y nuestra huella ecológica? Al final de cuentas la industria de la moda es la segunda más contaminante y apenas se le está prestando atención”, opina.

 

De acuerdo con un artículo de Greenpeace, la industria de la moda rápida o Fast Fashion es la segunda más contaminante a nivel mundial, solo superada por la industria petroquímica.

 

 

Otra de las problemáticas que recientemente han enfrentado los bazares en línea son las críticas por los “altos precios” de las prendas, sin embargo, para Deneb tener un bazar se trata de un trabajo de tiempo completo que debe ser respetado.

 

 

“Muchos solo ven la foto de la prenda, pero detrás de la fotografía hay todo un trabajo y aunque digan que no son tan accesibles los precios, realmente no me parece cierto.

El otro día le vi a una amiga unos mom jeans que eran de Zara y estaban bonitos y le costaron 800 pesos y me sorprendió, porque luego se quejan de que unos mom jeans que yo vendo Levi’s en súper buen estado están en 220 pesos y aun así creen que están caros me hace preguntarme, bueno si están dispuestos a pagar una prenda nueva en 800 pesos a una empresa que ni te lo agradece, ¿Por qué no pagar y apoyar a una emprendedora?”, concluye.