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Papelería Yire de Xalapa, ansía regreso a clases para elevar ventas

  • Isabel Ortega
"Papás llevan a sus niños a la playa, pero no quieren que vuelvan a la escuela", cuestiona Ángel, encargado de la papelería xalapeña

Los papás llevan a los niños a la playa y al cine, “pero no a la escuela” reprochó Ángel Amado Herrera encargado de la papelería Yire. El también estudiante de Derecho confió que para agosto se dé el retorno de los niños a las aulas, pues eso aumentaría las ventas del negocio familiar.

La Secretaría de Educación de Veracruz anunció que este lunes se daría el regreso a clases, dejó la decisión a los padres y directivos, por lo que sólo 400 escuelas en todo Veracruz volvieron en pequeños grupos. Los padres debieron firmar responsivas para deslindar al Estado del posible riesgo de contagio.

En el caso de la papelería Yire, ubicada en la calle Heriberto Jara y Calle Uno de la colonia Lázaro Cárdenas, no ha cerrado sus puertas a pesar de la pandemia, no obstante, sus ventas cayeron hasta en un 50 por ciento.

El negocio, que tiene 15 años operando, atiende a estudiantes de la Universidad Calemecat, ubicada a cinco casas sobre la calle 1; la primaria Constituyentes de 1997 a un par de calles; y la Universidad UGM, donde, además, operaba por la tarde el Cobaev plantel 66. Algunos otros compradores de la General 4 y la Universidad Paccioli.

La afluencia de compradores es constante. La papelería, que está ubicada en una esquina, tiene tres mostradores para la venta, es, de los pocos negocios de la zona, que tiene a dos personas atendiendo. 

Además de artículos de papelería, rentan máquinas con internet, sacan fotocopias, vende refrescos, papas, galletas, golosinas y algunos accesorios escolares, lo que genera ingresos importantes.

Ángel es sobrino de los dueños del negocio, desde hace 10 años acude en horario vespertino a atender la papelería, incluso en pandemia. Dice que las ventas se desplomaron por la ausencia de alumnos, que cuando acudían a sacar una copia, siempre compraban algo extra, “sin embargo, no nos podemos quejar”.

Los últimos 14 meses han mantenido las ventas, pues a los jóvenes se les piden tareas o impresiones, aunque en menor medida que durante el ciclo escolar presencial.

El anuncio del “regreso a clases” había generado expectativas en quienes atienden a la clientela, pero estaban conscientes que algunos papás no permitirían el regreso de los estudiantes. 

“Hay gente en la calle, hay niños que van al cine, a fiestas, a reuniones o la playa; y “para la escuela) preguntan qué es lo que quieren los papás”, planteó en entrevista.

Insiste que cuando los niños y jóvenes iban de camino a la escuela o de regreso, frecuentemente se detenían en la esquina para la compra de alguna golosina, o material para su tarea diaria.

Retomó sus estudios y ahora quiere ser abogado

El encargado de la papelería cuenta que llegó a laborar desde el 2010, en esa época dejó trunco sus estudios del nivel bachillerato. Estar en contacto con estudiantes lo motivó para retomar las clases.

Terminó la prepa, cuenta, y a la fecha está cursando la Licenciatura en Derecho en modalidad virtual. El tomar clases en línea no es muy efectivo, dice que se distrae fácilmente, por lo que espera regresar pronto a las aulas. 

“En línea no aprendes de la misma manera. Si a nivel superior no pones atención, se distrae con el teléfono o luego de plano no quieres entrar porque te da flojera la clase, ahora los niños que necesitan más atención”.

Desde hace un año el Ayuntamiento no hace operativo 

Al inicio de la pandemia, cuando la Secretaría de Salud emitió los lineamientos para la operación de negocios esenciales, personal del Ayuntamiento acudió a hacer algunas recomendaciones, llevó gel y cubrebocas.

A la fecha no han regresado para supervisar si se cumplen las medidas, aunque cada que una persona pide rentar una computadora, le piden, como requisito indispensable usar el cubreboca, “por las dudas”.

Ángel dice que son pocas las personas que no llevan mascarilla, incluso, algunos después de la compra desinfectan los artículos de papelería y el cambio que les dan. 

Dice que nadie de la familia se ha contagiado a pesar de estar en constante contacto con los compradores.