TOLUCA.-Nunca en la historia de la Cámara de diputados del Estado de México se había registrado un plantón tan prolongado como el actual, pues este martes se cumplen dos meses y 10 días y un pequeño grupo de feministas siguen sobre el acceso principal del recinto legislativo, en espera de que los diputados legislen y legalicen el aborto, lo cual se vislumbra complicado, pues será hasta pasadas las elecciones del 6 de junio, cuando inicie el último periodo ordinario del tercer año legislativo.

Además, habrá una 60 legislatura incompleta, luego de que unos diputados pidieron licencia temporal o licencia definitiva para tratar de reelegirse, ser presidentes municipales y otros aspiran a una diputación federal, lo que ya no los hará regresar.

Y si bien su reclamo, de que se legalice el aborto en el Estado de México es una buena y respetable causa, desde el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fue la fecha en que se quedaron en plantón indefinido, pero previo decenas de feministas causaron destrozos al Teatro José María Morelos y Pavón, al edificio del Poder Judicial del Estado de México, vandalizaron la Catedral de Toluca, se enfrentaron con la policía estatal que resguardaba el Palacio del Poder Ejecutivo y acabaron con vandalizar también la Cámara de diputados, a la que le fue quemada una de sus puertas principales.

En el transcurso de su estadía, ya en menor número las feministas pernoctan en pequeñas casas de campaña, bajo manteados de plástico que son frágiles ante la inclemencia del tiempo, pero a la par, también han vandalizado el Palacio municipal de Toluca, han agredido a personas, pues se ha visto que a unas les han arrojado gas pimienta a los ojos por ir en contra de sus dichos y lo que comenzó con un pequeño campamento, éste ya se extendió poco más de donde está la estatua de Miguel Hidalgo y Costilla.

Incluso una de las encapuchadas utiliza, para amedrentar a la gente, un arma que da descargas eléctricas.

El inmueble más afectado ha sido la Cámara de diputados, pues sumado a que le fue quemada una de sus puertas y pintarrajeados sus muros, también le han sido rotos los vidrios de sus ventanas, las cuales ya están protegidas con láminas galvanizadas que fueron remachadas a los barrotes que sirven como protecciones.

El campamento de las feministas lo hicieron a forma de que decenas de las propias vallas metálicas que protegían el inmueble, ahora les sirven de protección a ellas. 

Todo ello a la vista de policías estatales y municipales, por lo que, quien fuese presidente de la Junta de Coordinación Política en la 60 legislatura, Maurilio Hernández González, ha pedido que esta serie de sucesos violentos no queden en la impunidad, incluso, hubo una demanda en contra de las feministas y en la que se calculaban daños hasta por 800 mil pesos, denuncia que ya no tuvo efecto judicial.