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Día de la Danza: Así es dedicarse a bailar en Veracruz

  • Gabriela Acosta
La danza es una disciplina exigente, requiere mucho esfuerzo físico y mental situación que ha normalizado actos violentos dentro del gremio

Cada 29 de abril se conmemora el Día Internacional de la Danza. Esto a partir de una iniciativa del Comité Internacional de la Danza y el Instituto Internacional del que presentaron la propuesta ante la UNESCO en 1982.

La fecha es significativa entre las personas dedicadas a practicar esta expresión artística de forma profesional, sin embargo, en Veracruz también sirve para visibilizar la violencia y problemáticas que vive este gremio, a través de testimonio de bailarina egresada de la Universidad Veracruzana (UV).

 

 

Alejandra Rodríguez, egresada de la Facultad de Danza de la UV y maestra de ballet y jazz, señaló que es común encontrar actitudes violentas dentro del gremio, sobre todo en las primeras etapas de formación.

La danza, al igual que las demás bellas artes, se considera como un consumo de élite. Estas creencias han promovido un trato desigual a los miembros que inician su formación en academias de danza, espacios que suelen ser la primera entrada a la profesionalización de esta disciplina, relató.

Alejandra mencionó que en la academia de baile donde inició su formación como bailarina, fue objeto de discriminación y bullying por parte de instructoras, madres de familia y compañeras, al no pertenecer a la misma clase social.

 

 

En aquel entonces, ni directivos ni profesores intervinieron para evitar este tipo de actos de discriminación, por lo que se abrió paso en medio de un ambiente adverso, impulsada por su vocación.

El pasado 24 de abril a través de un performance, las alumnas de la Academia de la Danza Mexicana (ADM), quienes llevan dos meses en paro, se manifestaron frente al Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, para evidenciar conductas de violencia sexual y reclamar soluciones por parte de las autoridades.

Con esta acción, exigieron soluciones por parte de la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), quienes posteriormente se pronunciaron en favor de la demanda de las alumnas, comprometiéndose a generar espacios libres de violencias.

 

Idealización de un ‘cuerpo perfecto’

En la actualidad persisten prácticas que promueven actitudes poco saludables entre los integrantes del gremio, como el control de peso de las niñas que tienen su primer encuentro con la danza, y a quienes se les reprende con comentarios como “estás gorda” o “tienes que bajar de peso”, lamentó Alejandra.

 

 

La profesora de jazz relató que dentro de la formación profesional que recibió en la Facultad de Danza de la UV, vio situaciones en las que se hacían evidentes distinciones entre las capacidades corporales de las mujeres y los hombres.

Por un lado, señaló que se fortalecía la figura de que los hombres son más fuertes y, por otra parte, las mujeres más delicadas.

Así mismo, señala que la formación en la danza, al menos en la infancia, se ha promovido como una actividad femenina, y que al menos, dentro de las academias de danza es común que los grupos estén conformados en su totalidad por niñas.

Sin embargo, aunque empieza a haber mayor interés por integrar a niños a las clases, sigue siendo un reto incorporarlos a la dinámica.

Para Alejandra Rodríguez las nuevas generaciones de maestras y maestros de danza tienen en frente la oportunidad de cambiar la forma de enseñanza de la danza entre las niñas y niños que inician su formación en esta disciplina artística.

 

“Yo hago mucho énfasis en los chiquitos, porque luego nosotros como adultos creemos que no nos entienden y al contrario, son muy inteligentes y muy capaces. Absorben todo lo que ven y todo lo que oyen. Como nuevos maestros tenemos que ser inteligentes, ser amables y amorosos con ellos.”