Veracruz, Ver.- La música y el ruido de los comerciantes que ofrecen su producto a cualquier persona que transite el interior de la Plaza del Mar, contrasta con el panorama que hace un año se vivía debido a la pandemia de la covid.

Los locatarios que se están preparando para la temporada de Cuaresma, tienen puesta toda su fe en recuperarse en los próximos días de la temporada vacacional de Semana Santa.

"Al principio con lo de la pandemia estuvo bajo, muy bajo, pero teníamos que subsistir a como diera lugar y poco a poco, ahorita ha estado levantando más la venta", comentó Álvaro Pérez, locatario.

Los números rojos y las ventas bajas con las que operaron durante un año, obligó a muchos comerciantes como Álvaro a salir a vender su producto en las calles y casas, pues admite que, había días en los que las personas no llegaban a la plaza y hubo ocasiones en las que toda su mercancía se le descompuso y llegó a perder hasta 15 mil pesos.

Antes de la emergencia sanitaria tenía dos empleados que lo ayudaban, los cuales tuvo que despedir, por el momento no ha logrado contratarlos de nuevo.

Para afrontar las bajas ventas los locatarios tuvieron que incurrir en el despido de trabajadores.

Luis Avendaño, administrador del lugar, aseguró que durante la pandemia se despidieron cerca del 50 por ciento de los trabajadores de la plaza.

"Los negocios grandes que tenían, por ejemplo 10 empleados se quedaron con cinco, ahorita ya volvieron a contratar, si no los 10 por lo menos siete", dijo.

Se endeudaron para tener mercancía para Semana Santa

Con préstamos y créditos fue como lograron comprar más producto para solventar esta Cuaresma, Imeldo Casas, otro de los locatarios, tuvo que endeudarse con 60 mil pesos para adquirir pescados y mariscos, aunque no augura una venta como en años pasados, espera que se mantengan un poco mejor que en el 2020.

"Ahorita parece que, si hay un poco de turismo, pero el año pasado nada (...) estas son fechas que se les tiene que echar ganas y tenemos que tener de todo un poco (mercancía)", dijo Imeldo.

En su caso no tuvo que despedir a sus empleados, pero si implementar nuevas medidas de administración para que todos trabajaran, la reducción de turnos y mandar a descansar por algunos días a su plantilla fueron algunas de ellas.

Otra de los comercios que también se adaptaron a las nuevas estrategias para mantener a flote su negocio fueron los restaurantes que operan dentro del lugar.

Con 19 años el restaurante El Sabor de Frank y freidora la Jarocha, también tuvieron que adaptarse a las medidas que la pandemia impuso, la principal fueron las de higiene, al igual que el servicio a domicilio, el cual los mantuvo a flote durante todo el año.

Así como reducir los precios de sus platillos para seguir atrayendo a más clientes, aunque no obtuvieron ganancias.

"Si nos funcionó, pero fue mínimo, no eran las ventas a las que todo pescadería estábamos acostumbrados", aseguró Adriana Perea, propietaria del restaurante.

La compra de más productos de higiene se volvió indispensable para que estos lugares siguieran dando servicio, eso también significó un gasto de al menos 30 por ciento.

Aunque Luis Avendaño admite que el panorama sigue siendo un poco desalentador para la Plaza del Mar, pues pronostica que las ventas solo se eleven 20 por ciento del 50 que bajó por la pandemia, reafirma la resistencia de los locatarios quienes seguirán trabajando para sacar adelante sus negocios.