• Veracruz

Así se transformó el trabajo de las funerarias en pandemia

  • Inés Tabal G.
La demanda de los servicios se disparó durante el último año; los empleados tuvieron que adaptarse a nuevos protocolos

Cuando David Marcial Paz atendió el primer servicio de una persona fallecida por covid-19, vino a la mente su familia, el miedo a contagiarlos era lo que más le preocupaba. 

 

 

A pesar de llevar el equipo de protección la incertidumbre permanecía latente, al entrar a la sala, donde se encontraban todos los pacientes enfermos por covid-19, su inquietud aumentó conforme avanzaba con sus pasos.

 

 

Ver el sufrimiento de las personas que no podían respirar y la preocupación de los médicos por no poder hacer nada para aminorar su dolor, lo hizo caer en cuenta que los siguientes meses serían difíciles.

 

"Ahí aprendimos a cuidarnos más, el ver como los demás estaban sufriendo, se estaban ahogando. Fue una tristeza ver como estaban sufriendo y los doctores solo decían que ya no podían hacer nada", contó.

 

Al cumplirse 12 meses de atender este tipo de casos el miedo disminuyó, el traje especial que utilizan dejó de ser incómodo para formar parte de su atuendo diario de trabajo. Pero las precauciones y cuidados están presentes como la primera vez.

David lleva trabajando en Grupo del Ángel Funeraria siete años, es encargado de operativos y a pesar de toda la experiencia que adquirió durante el tiempo, el coronavirus puso a prueba todos los protocolos que implementaban.

 

"Desafortunadamente el covid vino a cambiar muchas cosas, tenemos otro tipo de cuidados, estar más preparados, usar el overol, los lentes, una mascarilla, ya no un cubrebocas, sino una mascarilla y usar botas de hule para protección de nosotros y proteger a los que están en la funeraria", mencionó.

 

La rutina que tenían se transformó dentro y fuera del trabajo, ahora cada vez que atienden una recuperación por caso covid es imprescindible salir con el sanitizante en mano.

 

 

En sus casas las medidas fueron más extremas, algunos de sus compañeros dejaron de ver a sus familiares por el temor de llegar a contagiarlos.

Otra de las cosas a las que tuvieron que hacer frente fue lidiar con los familiares de los fallecidos, ya que algunos suelen reaccionar de forma agresiva atacándolos a ellos con tal de verlos. 

David asegura que muchos siguen sin creer que el coronavirus exista, por lo que se niegan a que se lleven el cuerpo.

 

"Hay clientes que se la pasan llorando, hay clientes que te empiezan a gritar, te insultan, pero es parte del proceso del duelo es lo que nosotros hemos aprendido aquí", explicó.

 

Pese a que su trabajo implica lidiar con la muerte, las afectaciones emocionales también juegan una parte importante de la cotidianidad de su día, es por eso por lo que cada vez que lo necesitan cuentan con el servicio de un tanatólogo para sobrellevar la carga emocional. 

 

"No nos dábamos abasto"

Los meses en los que tuvieron más trabajo en el Grupo del Ángel Funeraria fue entre septiembre y octubre, donde las recuperaciones de cuerpo aumentaron de ocho a 10 servicios diarios, mientras que antes de la pandemia solo registraban de tres a cuatro decesos.

En el mes de septiembre la zona conurbada Veracruz-Boca del Río había alcanzado un total de mil 62 defunciones, para octubre la cifra se encontraba en mil 165, según datos de la Secretaría de Salud.

La funeraria cerró el 2020 con mil 142 expedientes entre defunciones por covid y por muertes patológicas, hasta la última semana de enero habían registrado 102 recuperaciones.

 

 

Hoy en día nos hemos topado que un miembro de la familia tiene que pagar hasta tres o cuatro funerales (...). Tuvimos que incrementar más personal, porque no nos dábamos abasto, tengo clientes que los veo muy seguido por aquí", dijo la directora de la funeraria Jackelin Rivera Duran.

 

Pero este incremento de trabajo vino con una ola de precios al alza de insumos básicos de protección, pero aun así tienen que comprarlos porque son indispensables para la protección del personal, dijo Jackelin.

 

 

Al igual que tuvieron que tomar cursos de manejo de cadáver por covid.

"Cuando empezaron las defunciones todo estaba al alza, todo era muy caro, entonces quiénes son los afectados, el consumidor y el empresario, porque tiene que pagar más por adquirir todo el equipo", agregó.

A pesar del riesgo de contagio con el que se enfrentan, Jackelin Rivera asegura que fueron pocos empleados que dieron positivo a covid, al igual que no se tiene la certeza si se contagiaron realizando su trabajo o en otro lugar.

En los inicios de la emergencia mandó a descansar a 50 por ciento de su plantilla laboral, además de restringir a la mitad la capacidad de personas que ingresaban en las capillas, por lo que el trabajo se volvió más pesado.

Mientras que en las oficinas también dio un giro radical, en la entrada se recibe con un filtro sanitizante, al igual que en cada cubículo hay un bote de gel antibacterial, así como cada uno de los trabajadores y clientes deben portar cubrebocas

 

"En la casa se hace una política de limpieza, desde los zapatos porque obviamente trabajamos en una funeraria, vas al panteón, vas al servicio médico forense. Los empleados de una funeraria, aunque la gente no lo piense así, para nosotros la limpieza es parte fundamental", comentó Juan Carlos Sosa, encargado de jardines del Ángel.