• Xalapa

8M: Una marcha ruidosa, en una Xalapa blindada y conservadora

  • Fryda Padrón
Cientos de mujeres se dieron cita en la ciudad de Xalapa para conmemorar el Día Internacional de la Mujer

Samara, Alexis, Regina, Mara, Paola, Wendy… Uno a uno sus nombres se leyeron frente al monumento a la madre. Eran cientos de mujeres que marcharon y protestaron este ocho de marzo en Xalapa, el tercer municipio con más feminicidios en 2020, en Veracruz.

En punto de las 12:00 horas se congregaron en el Teatro del Estado mujeres que llevaban a sus hijas de la mano o sobre sus hombros, adultas mayores de cabellos entrecanos, pero también otras más jóvenes con cabellos rosas o morados; colores representativos del movimiento feminista.

 

 

La convocatoria fue liderada por la colectiva “Morras Organizadas”. Como era de esperarse, el contingente que formaron “las compas”, fue vigilado por cuerpos policiales que casi igualaban el número de manifestantes.

Antes de iniciar la marcha, las organizadoras dieron indicaciones y protocolos de seguridad. El contingente primeros auxilios utilizó un distintivo blanco, las reporteras se identificaron con pañuelos amarillos. Y “Las compas” ciclistas formaron el contingente de barrera o seguridad.

La marcha inició las 12:50 horas. Ni el cielo nublado ni el “chipi chipi” en la capital detuvo la manifestación. Con cubrebocas y chamarras las mujeres partieron del Teatro del Estado a la Plaza Regina. 

Banderas y pañuelos de colores verde, morado y rosa se hondearon. También hubo cantos, consignas y una batucada con tambores, cubetas, garrafones y cazuelas que no se intimidaron ante uniformados con toletes.

 

 

“El estado opresor es un macho violador”, “Ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, “justicia”, “no que no, sí que sí, ya volvimos a salir”, “Y la culpa no era mía, ni donde estaba, ni como vestía”, “Mujer escucha, esta es tu lucha”, fueron algunas consignas que resonaron durante la marcha.

 

El contingente avanzó sobre la avenida Manuel Ávila Camacho, y dejó a su paso pintas e iconoclasia en puntos estratégicos como:  la Arquidiócesis de Xalapa, cuyas paredes se cubrieron de frases dibujadas con pintura de aerosol: “cuna de violadores”, “pedófilos”, “saca tus rosarios de mis ovarios”.

En el monumento a la madre, el contingente se detuvo para realizar un pase de lista en honor a las víctimas de feminicidio, mujeres que siguen desaparecidas, así como a las madres que buscan a sus hijas y piden justicia para ellas.

“Presente hoy y siempre” gritaron unísonas después del nombre de las víctimas.

 

 

El contingente continuó su camino de forma pacífica hasta llegar al viaducto. Allí mujeres desprendieron una lona del gobierno en la que se leía que la “4T es feminista”.

 

 

Al llegar a las instalaciones blindadas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el contingente se enfrentó con elementos de seguridad, logrando hacer pintas y estallar cristales del edificio. Continuaron su camino hasta plaza Regina donde más elementos de seguridad resguardaban con recelo el Palacio de Gobierno y la Catedral.

 

 

 

Ya en Plaza Regina, integrantes del contingente realizaron pintas en el Palacio de Gobierno, tomaron la plaza y esperaron a que se reuniera todo el contingente. Una vez reunidas cantaron a una sola voz la canción “Sin Miedo”, misma que el movimiento feminista ha adoptado como himno.

En la última parada algunas mujeres lloraron y confesaron miedo, rabia, o ira… Al terminar la canción se guardó silencio para que las personas que observaban alrededor lograran escuchar el motivo de la lucha.

Las organizadoras recordaron que se marcha para visibilizar la violencia que las mujeres viven a diario y pedir justicia por las que ya no están, por las que ya no tienen voz, para apoyar a las mujeres que buscan con desesperación a sus hijos, hijas, hermanos, madres o amigas.

Algunos espectadores miraban con intriga, otros con desaprobación, mientras que otros llegaron a ser conmovidos al escuchar el clamor de las mujeres, cantando y gritando a como si fueran una sola.

Frente a la catedral, un grupo de mujeres encendió una hoguera, danzaron y cantaron a su alrededor. “No fue una, fuimos todas”, “hermana no estás sola, aquí está tu manada”, gritaron con más fuerza en la entrada del templo católico.