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Sin computadora ni internet: la odisea de las clases en línea en UV

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Ante problemas tecnológicos alumnos recurren a dar de baja sus materias; ven semestres perdidos

Por: Estefani Mejía, Saúl López, Fryda Castro, Melina Pinzón y Jacob Cruz.

La falta de internet y equipo de cómputo adecuado para recibir sus clases en línea obligó a Carlos Gutiérrez a dar de baja la mitad de sus experiencias educativas (materias) en la carrera de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, de la Universidad Veracruzana (UV).

Carlos es originario de Tierra Blanca y cursa el quinto semestre en el sistema de enseñanza abierta. Su experiencia universitaria en este periodo a distancia que la UV implementó durante la pandemia por el virus SARS Cov-2 refleja la dificultad para aprender en las zonas marginadas de Veracruz y el país. 

“No cuento con internet y tengo muy poca señal de teléfono. Se me dificulta entrar a mis clases”, comparte el joven en una entrevista mediante la aplicación WhatsApp. La conectividad desde su casa, ubicada en la región de La Cuenca del Papaloapan, no permiten que la plática se realice a través de alguna videollamada.

El semestre está por finalizar y el joven de 20 años de edad no ha logrado tomar ninguna de las seis clases en las que está inscrito. La consecuencia es el retraso en su carga administrativa de este período, que a su vez afecta sus calificaciones y el plazo que él había presupuestado para culminar sus estudios superiores. 

“No he aprendido como yo lo esperaba”, comenta Carlos mediante mensajes en el celular, quien ha tenido que recurrir a un cibercafé para poder enviar algunas actividades.

A diferencia de otros años, cuando las clases se realizaban de manera presencial, estudiantes como Carlos inscribían entre nueve y 11 materias por periodo o cuatrimestre. Ahora optaron por cubrir el porcentaje mínimo requerido debido a las dificultades tecnológicas que enfrentan en esta pandemia de la Covid-19.

El caso de Carlos Gutiérrez no es un hecho aislado. Profesores que integran la junta académica de la facultad aseguran que hay más situaciones similares, además de una diferencia la asistencia a clases (virtuales) y en la entrega de actividades durante la contingencia sanitaria.

Según el “Cuestionario Retos de la Educación a Distancia SEA”, realizado por alumnos de la UV del Sistema Abierto, de 100 alumnos encuestados 83 reportaron que han enfrentado “dificultades tecnológicas” relacionadas con el acceso a Internet y disposición de equipos de cómputo.

Ante la nueva modalidad en línea los jóvenes redujeron sus experiencias educativas hasta un cincuenta por ciento, en comparación a los periodos anteriores. Ahora solo intentan cubrir el porcentaje mínimo requerido para la inscripción. Además, el setenta y siete por ciento se vio afectado a reducir su carga de materias.

Si bien no se han presentado bajas definitivas, la baja de materias afecta el tiempo de los jóvenes para graduarse. “Si la cuarentena se extiende probablemente en vez de cargar nueve o 10 materias vas los compañeros ingresarán cinco o seis”, comentó Paulina Aguilar, consejera alumna de FACICO.

De acuerdo con la encuesta mencionada, el 80 por ciento consideró que esta reducción de materias afecta no solo su aprendizaje, sino también el avance en el número de créditos que deben de cubrir cada semestre.

A pesar de que la UV brinda diferentes herramientas de comunicación, como plataformas digitales y procesos educativos hasta los hogares durante este confinamiento, estas no son del todo factibles, opinaron los estudiantes. Incluso, señalaron que la plataforma institucional Eminus es de las más problemáticas ante la conectividad para tomar las clases en línea. 

Según los datos levantados en la encuesta, casi el cincuenta por ciento de los estudiantes ha tenido problemas con Eminus.

Un factor determinante para dar de baja experiencias educativas en este segundo semestre en modalidad virtual es la dinámica implementada por algunos profesores, pues a pesar de que la institución les brinda la libertad de cátedra, expusieron los universitarios, se han presentado casos donde mantienen una comunicación inconstante e inconsistente, dando indicaciones confusas para los alumnos.

Las clases en línea no aseguran una completa atención al maestro, ya que existen diversos distractores, por ejemplo, muchos jóvenes independientemente de tener o no una buena conexión, no prenden sus cámaras ya que, según la encuesta, el cincuenta por ciento siente incomodidad al prenderla. La psicóloga y catedrática de Facico, Sara Rodríguez, explicó que “esto es como si en un salón de clases todos estuvieran viendo hacia la pared”.

En tanto, la directora Rosy Lorena Laurencio Meza afirmó que la calidad de la educación no ha sido totalmente mala, pues se han dado casos de estudiante a los que les ha resultado más beneficioso llevar sus experiencias educativas en esta modalidad. No obstante, dijo, se está haciendo lo posible porque la mayoría de los alumnos logren los aprendizajes esperados.

No todos tienen la misma facilidad para manejar los medios, “en un grupo tal vez de 30 alumnos 15 o 10 solo tienen buena condición, entonces los maestros debemos adecuar nuestras clases, prepararnos de manera que todos puedan trabajar de manera eficiente”, dijo la psicóloga Sara Rodríguez. 

Para los alumnos encuestados, la organización docente tampoco cuenta con una guía planificada para el seguimiento y el desarrollo del aprendizaje de los alumnos, ya que solo se proporciona a la dirección un reporte para dar información sobre sus actividades.

La directora Rosy Laurencio Meza mencionó que la situación actual es cada vez más difícil tanto para los jóvenes como para los profesores; razones hay muchas, expuso, y no hay una solución óptima para todos los problemas que se han presentado a lo largo de estos meses de clases en línea.

Aún no se sabe con certeza lo que sucederá con los siguientes semestres y si la modalidad se mantendrá de manera virtual, sin embargo, casos como el de Carlos reflejan la complejidad para cursar sus materias en municipios marginados y afectados por la brecha digital, en comparación a lo que sucedía antes de la pandemia.

“Borrón y cuenta nueva para alumnos reprobados en pandemia”: rectora 

En entrevista con la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara, explicó que los alumnos que reprobaron materias en primera y segunda oportunidad durante semestres cursados en la pandemia podrán estar tranquilos, pues podrán inscribirse de nuevo para cursarlas como si nunca hubieran tomado esas materias.

Es decir, se tendrán dos oportunidades para “repite” o no se perderá el derecho a inscribirse en el próximo semestre, según sea el caso, precisó. 

La funcionaria señaló que se realizó una modificación a los estatutos de la universidad para que los alumnos que tuvieron algún tipo de complicación derivada de la pandemia no fueran afectados en sus estudios.

El estatuto de la UV permite a todos sus estudiantes repetir hasta dos veces una materia en caso de que no aprueben el examen extraordinario, sin embargo, hasta antes de la pandemia no había excepción para una tercera oportunidad, ya que no aprobarla en la segunda ocasión se establecía por reglamento baja definitiva de la universidad, explicó. 

“Hemos hecho un acuerdo por el cual los estudiantes que el semestre pasado pidieron baja o no aprobaron las materias, sus experiencias educativas no les contarán como inscripción en esta opción de dos; si estaban cursándola por segunda vez no se las tomamos en cuenta, la pueden volver a cursar; si fue la primera vez no se las tomamos en cuenta, cuando se inscriban va a ser primera vez”.

Ladrón de Guevara dijo que se trata de una de las acciones que las autoridades de la UV tomaron para evitar la posible baja de universitarios y un posible aumento en la deserción escolar por este motivo.

En un contexto de emergencia sanitaria los alumnos se enfrentaron a problemas de adaptación de un sistema a distancia, el uso de nuevas tecnologías, el acceso a Internet y, en el peor de los casos, a problemas financieros en sus hogares, agregó.

“Esta es una modificación de una reglamentación que está en los estatutos de los alumnos y la hemos modificado para ser empáticos con los jóvenes que no pudieron, una por el tema del ancho de banda, otra por falta de herramientas tecnológicas, otra por situaciones financieras que les haya exigido ponerse a trabajar en lugar de seguir con sus clases, esa es una forma institucional para poder atender a la población que podría significar una baja significativa”.

Este trabajo periodístico fue elaborado por alumnos de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación, en coordinación con La Silla Rota Veracruz y E-Consulta Veracruz, a través de Miguel León Carmona, como parte de la Experiencia Educativa Periodismo de Investigación del Sistema Semi-escolarizado, que imparte María Teresa de Jesús Arroyo Gopar.