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En su andar por México, "Edgardo Perros" ha rescatado a 400 canes

  • Miguel Ángel Cortés
E-Consulta Veracruz te presenta la historia de "Edgardo Perros", animalista hostigado en Boca del Río que recorre las carreteras de México

Edgardo Zúñiga Juárez, mejor conocido como "Edgardo Perros", es un activista en pro de los animales que hace siete años partió de Bulcerías, Nayarit para rescatar ejemplares caninos que se encuentran en situación de calle. A su paso por Boca del Río fue hostigado por las autoridades municipales.

El hombre de 49 años comenzó su recorrido por toda la frontera con Estados Unidos y bajó después hasta los límites con Guatemala con el objetivo de darle una vuelta entera al país. Va acompañado de "Negro", "Blanco" y "Chilletas", sus perros, quienes nunca lo abandonan.

Mientras recorre la nación a pie empujando un triciclo de carga, "Edgardo Perros" lleva a cabo labores de rescate, esterilización, vacunación e, incluso, acompaña a los canes que encuentra moribundos.

La misión de Edgardo Zúñiga es dar una mejor calidad vida a los perros. Para él, su viaje es un sacrficio, pero también un mensaje a la sociedad mexicana a la que muchas veces le ha pedido un alto al maltrato animal.

En su andar por México, "Edgardo Perros" ha rescatado más de 400 canes a los que ha incluido en el "Equipo para rescatar perros" y a los que además de adoptar, les enseña a que ayuden a otros caninos a tenerle confianza a la gente.

Su triciclo carga algunas pertenencias y víveres, pero lo más importante son los medicamente que utiliza para curar a los perros heridos. Algunas veces también lleva en ellos a algunos canes, en lo que él llama la zona VIP.

Actualmente, "Edgardo Perros" viaja con 13 canes, con los cuales tuvo que salir de Boca del Río luego de ser hostigado por elementos de la Policía Municipal por presunta alteración del orden y agresiones.

El animalista declaró a medios que fueron varias ocasiones en las que las autoridades del ayuntamiento de Boca del Río le exigieron que se retirara del lguar donde descansaba en el boulevard Manuel Ávila Camacho.