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Grupo “Los Virreyes de Xalapa” vive de la música, pese a pandemia

  • Carlos Caiceros
Covid-19 les canceló eventos, pero Javier y Raúl regresaron a los camiones de pasajeros para ganarse unas monedas

Xalapa, Ver.- Hace seis años, Javier Sosme Pólito y Raúl Mendoza Luis fundaron el dueto “Los Virreyes de Xalapa”. Iniciaron cantando en camiones, pero su talento los llevó a tener un repertorio amplio de clientes y, en “los buenos días”, hasta cuatro eventos diarios. 

Con el inicio de la pandemia del covid-19 todo cambió. Ambos sufrieron la suspensión de tajo de eventos programados y sin previo aviso se quedaron sin uno de sus ingresos principales. 

“Los restaurantes, en donde llegamos a tocar, declararan el cese de sus actividades y prescindieron de músicos. Antes en un fin de semana regular llegábamos a cubrir un evento sábado y otro en domingo; los días con mayor actividad podían llegar a ser hasta tres o cuatro eventos por día”, comenta Raúl

El Día de las Madres, una de sus actividades más esperadas, reflejó la magnitud de la crisis. En años anteriores la actividad podía empezar desde días antes de la celebración del 10 de mayo, con festivales en escuelas, serenatas o reuniones y los contratos se extendían hasta cuatro días después de la fecha.  

“Eran días muy movidos y también se perdieron; se nos detuvo la actividad de tajo, gente que tenía agendado ciertos compromisos de plano las cancelaron y la actividad se frenó”, agregó.

El propio gremio estima que en la entidad se han visto afectados unos 3 mil músicos, quienes en su mayoría no tenía otra fuente de ingreso y son excluidos de los programas de apoyo por parte de las autoridades municipales, estatales o federales.

Javier y Raúl no han colgado sus guitarras y con su talento siguen sacando el día con las propinas de los pasajeros de camiones urbanos. Reconocen que es un riesgo para ellos o el público, pero deben llevar el sustento a su hogar y cambiar de actividad es la última opción a la que han recurrirían, como ya lo hicieron otros de sus compañeros.

SE ARRIESGAN EN CAMIONES 

Por ello este dueto ha tenido que volver a sus orígenes y subirse a cantar en camiones los días en los que no tienen ingresos. Admiten que no es algo recomendable en plena pandemia, pero es la única opción que tienen ante la crisis. 

“Podemos seguir subiendo a los autobuses a cantar, lo seguimos haciendo desde luego. Ante la contingencia sanitaria entendemos que no es una actividad que pueda ser recomendable, lo que se busca es evitar el mínimo contacto con la gente, pero hay que hacerlo cuando el ingreso es nulo”.

¿La respuesta? las sonrisas de la gente que los escucha tras cantar algunas melodías de Los Panchos, Los Dandys e incluso algún son jarocho, pese a las más de 4 mil defunciones y 30 mil contagios de covid-19 en Veracruz.

“Entendemos que la situación es estresante para todos, y lo que nosotros hacemos, lo hacemos porque independientemente de que nos podamos llevar una o dos monedas por ella, lo hacemos con mucho gusto, lo disfrutamos y pienso que la gente siente esa alegría que tenemos al tocar y la comparte. 

“El hecho de saber que por al menos cuatro o cinco minutos que duren las canciones la gente puede dejar por un ratito esos pesares que le aquejan es algo muy gratificante”.  

COVID DESATA SERENATAS 

Raúl considera que ni el amor ni la música se han detenido en tiempos del coronavirus. Las fiestas sí pararon, pero las serenatas fueron de las pocas actividades que se mantuvieron; hasta dos por semana.  

Sin embargo, dejando atrás dicha salvedad sus ingresos no son los mismos y han tenido que hacer ciertas concesiones respecto de los costos de sus servicios. Anteriormente el costo por hora era de 900 pesos, ahora han llegado a recibir 600 pesos y dejan a la gente que les diga cuál es su presupuesto. 

“Ya prácticamente estamos dejando que la gente diga con confianza el presupuesto del que dispone, a veces hemos bajada nuestro precio hasta 600 pesos por hora, pero ya menos es un poco difícil tocar una hora, tal vez un poco menos porque hay que seguirle dando cierto valor al trabajo que realizamos”, opina.  

“Los Virreyes de Xalapa” han optado por adaptarse a estos nuevos tiempos y eso los ha llevado a tomar precauciones como el uso del cubrebocas y careta cuando cantan, aunque esto les haya generado críticas por parte de algunos compañeros que los tachan de exagerados. 

El uso de estos productos causa molestia a quien interpreta y canta, pero Raúl considera que es un “precio bajo” contra el riesgo que significaría para ellos y sus familias, así como su público.

“Siempre que nos es posible procuramos usar cubrebocas, yo al menos son muy enfático en eso porque no se esparcen las mismas gotitas de saliva cuando uno habla que cuando uno canta, porque pueden ser proyectadas a mayo distancia. Permanecemos a distancia prudente de la gente y además usamos el cubrebocas.

“Es cierto que es incómodo para cantar, pero de eso a correr un riesgo, creo que soportar una hora de incomodidad es un precio bajo para pagar”.

Él considera que la gente se sigue reuniendo y ahora lo hace con ciertas precauciones porque ya no los llaman a fiestas familiares grandes y generalmente los contratan en reuniones pequeñas.

“La gente es más cuidadosa y siempre nos piden tomar ciertas medidas preventivas como el uso de cubrebocas, de una careta; antes de entrar pasar por el filtro de alcohol en gel o un desinfectante en aerosol. 

“Hay gente que se llega a sacar de onda cuando nos van llegando con el cubrebocas, con la careta; hay compañeros del medio que cuando nos ven nos mal y nos tachan de exagerados, pero prefiero eso a que digan ‘te acuerdas de Raúl... pues se llamaba’, ¿no?”, bromeó. 

DE INTÉRPRETES A ALBAÑILES

Tras seis meses de emergencia sanitaria, con la prohibición de actividades masivas o fiestas, algunos músicos han tenido que ponerle pausa a su actividad y optaron por trabajar en lo que encuentren. 

“Muchos compañeros han optado por realizar otras actividades, conozco algunos casos que a raíz de esta situación han tenido que declarase a la albañilería, electricidad, a emprender sus negocios de venta de comida, de bebidas, o bien prestar sus servicios como choferes”, comenta Raúl

Y es que la mayoría de los músicos depende exclusivamente de lo que ganan a través de su talento con un instrumento o su voz.

“Es una situación que puede llegar a ser desesperante para muchos de nosotros, sobre todo porque nuestros ahorros pueden servir para llevarla tranquila uno o dos meses, pero no hay manera de que los ahorros puedan alcanzar para nueve meses si se prolonga esta situación”. 

Raúl cuenta que para ser músico se debe tener mucha conciencia del ahorro, aunque en estas épocas no hay dinero que alcance. 

Dice que con los trabajos que van saliendo cada semana pueden ir pagando lo indispensable, como el servicio de luz eléctrica, agua potable, algo de comida, “pero nada más”.  

LA ESPERANZA ESTÁ PUESTA EN DICIEMBRE 

La esperanza de este dueto está puesta en diciembre, cuando esperan las fiestas generen mayor demanda de sus servicios, aunque la previsión es que no sea como en años anteriores. 

“La gente va a empezar a relajarse, aunque el aspecto de salud no mejore; poco a poco empieza a salir más y se está acostumbrando al uso de cubrebocas. La situación va a regresar a la ‘normalidad’ para diciembre, lo que significaría que nuestra actividad regrese más o menos a la normalidad en esas fechas, digo más o menos porque el golpe en el bolsillo de la gente sigue siendo duro”. 

Raúl comenta que debido a la crisis económica que se ha comenzado a resentir es posible que no haya tantas fiestas o que las horas de contratación por evento disminuyan. 

“Aunque la gente deseara hacer un festejo sencillo con la familia, pensar en lo que se va a gastar sigue siendo un tema que a mí me hace sentir incertidumbre. No creo que sea como en años anteriores cuando en diciembre los eventos pueden llegar a ser diarios”. 

Mientras la pandemia sigue, “Los Virreyes de Xalapa” se preparan tocando en su canal de Youtube, atendiendo sus redes sociales y preparando su repertorio de música romántica, boleros, norteñitas, huapango, canciones huastecas, son jarocho, música latinoamericana, oaxaqueña y un largo etcétera.

Raúl, originario de Oaxaca, narra que desde hace 10 años llegó a Xalapa y al comenzar su trayecto en la música no solo se dedicó a cantar y tocar el requinto y la guitarra frente al público, sino también a la docencia, aunque las dos actividades resultaron afectadas por la emergencia sanitaria.  

Javier, en cambio, es originario de San Andrés Tuxtla. Migró a Xalapa y encontró un compañero para su primera voz, aunque actualmente también está dedicado a la difusión del Son Huasteco en Perote y Puebla. 

Raúl es maestro de música de nivel básico e imparte clases de música particulares. Aunque se trata de un ingreso extra, admite que las clases virtuales son complejas tanto para os maestros como para los alumnos. 

“Todas las actividades que realizábamos en escuelas se vieron afectadas porque aunque en algunas clases yo era maestro titular en otras escuelas formaban parte de los talleres extra curriculares y cuando los niños dejaron de asistir todo eso se detuvo y es un ingreso que dejamos de percibir”.