​La pandemia del coronavirus y la campaña “Quédate en casa”, ha disparado el consumo de alcohol en los hogares, y se estima que también de drogas, ante los problemas de ansiedad que genera el confinamiento, señalan diversos especialistas en el tema.

Alrededor de 15 millones de personas en México, padecen algún trastorno mental como depresión o ansiedad. Los especialistas advierten que ante la cuarentena por el coronavirus, esos padecimientos pueden llevar a los excesos, como el consumo de alcohol y drogas.

En el caso de Las Choapas, el centro de rehabilitación para enfermos alcohólicos, se mantiene a puertas cerradas, literalmente, para evitar visitas a los internos, con el fin de prevenir el contagio del coronavirus; sin embargo, se les recomienda a sus familiares que lleven despensas para el suministro de alimentos para los que están en recuperación.

Quienes están al frente de la atención de los internos, reconocen que en el exterior, es evidente el alto consumo de alcohol durante la cuarentena, pues parece que cuando a la gente le prohíben hacer algo, es cuando más lo hacen.

La Policía Municipal, de igual forma reconoce que se ha visto un mayor consumo de alcohol en los hogares y de ello derivan los constantes llamados de auxilio por pleitos entre parejas, hermanos, vecinos, etcétera. Al no tener que hacer la gente en sus casas, ven el vicio como una alternativa, claro, esto en quienes tienen mayor solvencia económica.

En el caso de los obreros que tiene un salario al día, pero que tienen el problema de alcoholismo, lo que hace es juntarse con otros amigos y de igual forma se van a tomar, una vez que ya entraron “en calor”, se olvidan de sus responsabilidades en el hogar, se gastan todo el dinero y cuando llegan a casa, sobrevienen los pleitos, porque la esposa exige el recurso para la alimentación de los hijos y gastos del hogar, explica el jefe de la policía local, Javier Zúñiga Carrasco.

Acompañado del alcohol, también va de la mano la droga, sobre todo la marihuana, que es de mayor consumo en el municipio, por lo que ese es otro “aditivo” que muchas veces no lo controla el vicioso y termina por hacer desmanes en su domicilio, pues apenas le piden para los alimentos de los hijos, explotan y agreden a la pareja o a los propios hijos.

Sobre el tema, el paidopsiquiatra, Ramón Cortés Gutiérrez, ya ha explicado a PRESENCIA que cuando se ve a un consumidor de sustancias que alteran el estado de ánimo o provoca nuevas sensaciones, que ya está en la fase de adicción o dependencia, significa que el sujeto padece una enfermedad.

“La persona no es buena, ni es mala, es un enfermo, con síntomas principales de que ya no tiene voluntad, puede tenerla para trabajar o desempeñar otras actividades, pero en cuanto a lo que respecta al alcohol o las drogas que consume, ya no tiene voluntad para dejarlas”, detalla.

Refirió que el adicto es una persona enferma, citando como ejemplo el caso de una diarrea, “La persona está enferma, y no puede hacer uso de su voluntad para detenerla a menos que adquiera medicina, así es lo mismo las enfermedades mentales, en el caso del adicto, no puede hacer uso de esa fuerza de la voluntad para poder detener el consumo de sustancias si no busca ayuda”.​

Presencia MX / E-Consulta Veracruz