Agua Dulce, Ver (Alfonso Santiago).- Las tumbas abiertas abundan en el cementerio “de los Jubilados” ubicado en la colonia Díaz Ordaz, donde los restos de personas ahí enterradas están a la vista de los visitantes, siendo ya un serio problema de salud pública.

En un recorrido realizado por este medio informativo, tan solo en la sección sureste se localizaron media docena de tumbas abiertas, principalmente por el desplome de las tapas y ante la falta de otros elementos de protección.

Dichas tumbas carecen incluso de cruces, o si las tienen, los nombres son ilegibles para una posible identificación de los familiares; cuidadores del campo santo consideran que los restos pertenecen a personas cuyas familias no habitan en el municipio, pues de otra forma, no dan crédito a que alguien permita que la última morada de su familiar esté en tan deplorable estado.

Es importante destacar que en su mayoría las tumbas de dicho cementerio, el cual ha crecido exponencialmente en los últimos años, se encuentran en buenas condiciones, con monumentos formados por elementos geométricos de cemento, aluminio u otros materiales.

RESPONSABILIDAD

Si bien los principales responsables de mantener las tumbas en buenas condiciones son los familiares del difunto, también es de la autoridad municipal vigilar, notificar y sancionar a quienes no cumplan.

En este caso el Regidor comisionado de Cementerios, Constantino Morales Montiel, quien no se para por los cementerios para verificar las condiciones en que se encuentran, pues es su responsabilidad solicitar la intervención de las autoridades estatales de salud.

Es importante destacar que el cementerio “de los Jubilados” no es municipal, primero fue administrado por el departamento de Jubilados de la Sección 22, después por las autoridades del ejido Piedras Negras, luego por un particular de apellido Peralta –dueño de una funeraria- y ahora nuevamente por el ejido, obteniendo ganancia por la venta de los “terrenos” sin tomar ninguna responsabilidad.

Por ese motivo es urgente que intervengan la Jurisdicción Sanitaria XI, pues la exposición de cuerpos humanos en estado de descomposición implica un serio problema de salud pública, sobre todo ahora que se acerca el Día de Muertos y el sitio será visitado por cientos de personas.

CUERPOS PROFANADOS

Algunos animales como ratones y serpientes se anidan en el interior de dichas tumbas abiertas, los ataúdes se han degradado por acción natural, aunque a un ritmo más acelerado al estar expuestos a la lluvia y el sol.

Algunos restos se encuentran quemados, pues el monte que se acumula en tiempo de sequía en ocasiones agarra fuego, quemándose todo en el interior; también dichos sepulcros son usados como basurero por personas que llegan a limpiar otras tumbas cercanas.

Algunos perros han tomado restos humanos, principalmente huesos, aseguran los propios trabajadores del cementerio; también llegan personas a buscar restos humanos de dichas tumbas, con intenciones de utilizarlos en actos de brujería.

Para evitar todo lo anterior, se requiere de acción inmediata de las autoridades correspondientes, para que de manera conjunta el ejido, el gobierno local y las dependencias de salud, determinen responsabilidad y se subsane el problema.

Con información de Presencia.MX

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