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La Huaca: barrio con patrimonio histórico de Veracruz

  • Fernanda Torres
El barrio formó parte de los arrabales junto con otros patios de vecindad que quedaron fuera del muro construido en 1790

Veracruz, Ver. El patrimonio histórico del La Huaca es inimaginable y poco apreciado por quienes se acostumbran a verlo, sin embargo, desde la puerta de madera más sencilla, hasta el último adoquín desgastado de su suelo, guarda una fuerte historia.

Vecinos conversando en la calle, personas sentadas en bancas o gente desayunando en los negocios de comida forman parte del paisaje social de cualquier mañana en el barrio.

La Huaca es uno de los lugares más emblemáticos del puerto de Veracruz, Romero Cruz Velázquez secretario técnico del archivo de biblioteca del puerto, cuenta a La Silla Rota Veracruz, cómo desde sus inicios, el barrio formó parte de los arrabales junto con otros patios de vecindad que quedaron fuera del muro construido en 1790.

Este muro inició su construcción hacia 1635 y quedó terminada en 1790, esto con la primera intención de proteger al Puerto de Veracruz de ataques de piratas.

Cuando el muro es terminado, ciertas zonas que por su situación geográfica se alejaban de la principal zona aristocrática quedaron extramuros, lo que ocasionó una mayor marginación tanto económica como social.

Los habitantes de estas comunidades eran los "indeseables" de la época, sus oficios iban desde pregoneros, hasta prostitutas. Nada que la gente "bien" de la época quisiera frecuentar.

Los habitantes de estas nuevas comunidades construyeron sus casas de la madera que tomaban de los barcos que naufragaban cerca de la bahía.

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Movimiento inquilinario

Hacia 1922 ocurrió una movilización urbana en la que los sectores marginados de la ciudad, convocados por Herón Proal, un personaje anarquista de la época, logró convencer a las prostitutas de la zona a suspender el pago de la renta.

"En La Huaca, sacan las mujeres prostitutas sus colchones a la calle, es decir, no van a dar servicio, es una forma de protestar porque los dueños no invertían a la infraestructura del lugar", contó Romero Cruz.

Los edificios de La Huaca en esas fechas eran habitados hasta por 40 personas donde entre tapancos se lograban acomodar.

Los techos de tejas Marsellesa y la estructura de madera sobrevivieron incluso hasta 2019 a pesar de que muy poco se le ha invertido a la preservación del lugar.

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Esperanza

"¿Qué es el barrio de La Huaca? No es malo, es algo bueno, hay gente trabajadora" dice Esperanza un poco irritada.

La fama que el lugar ha ido ganando desde sus orígenes en el siglo XVII, ha sido de barrio bravo, mucho de esto se puede justificar en la historia social del lugar.

La Huaca se fundó así, con un carácter bravo y con alto sentido de pertenencia al haber sido apartado del resto de la ciudad por medio de una muralla, sobre ello, doña Esperanza, vecina de la comunidad desde su nacimiento al igual que su familia, platica cómo es vivir en ese barrio y cómo es percibido por el resto de los jarochos.

"Nos llevamos como familia, eso es, es lo bonito de aquí, nos llevamos como una gran familia, nos apoyamos por cualquier cosa"

Esperanza tiene 58 años, ella nació en La Huaca, cuenta que sus padres llegaron al Puerto de Veracruz

Al ser un barrio bravo, la policía siempre tuvo que estar alrededor de él, incluso los habitantes no la llamaban policía, cuenta esperanza que la apodaban "La Julia" pues en esos tiempos las patrullas eran camionetas como las de las perreras.

"Todo va cambiando, pero todo es bonito", dijo doña Esperanza.

Esperanza junto a un grupo de mujeres participan en el festival "Sabor y Tradición" que tiene como fin además de comercializar alimentos, crear una convivencia familiar dentro La Huaca.

"A veces hay gente que dice: `Ay no, está peligroso´ No, mentira, no está peligroso, pero si te llevas con la gente, es bueno."

"Si tú eres atenta con las personas no te van a hacer nada, ¡Al contario! Acobijamos a la gente que viene de fuera."

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Arquitectura

Las casas son de madera, las tejas en su mayoría de Marsella y en su construcción unas vigas de madera atravesadas en el techo. Arquitectura colonial muy porteña.

Actualmente, el ya conocido barrio de La Huaca sobrevive a la modernidad como un gigante cansado, pero con ganas de no caer.

El gigante pelea contra el paso del tiempo y por permanecer en la memoria del pueblo veracruzano, aun cuando es uno de los lugares más importantes para la identidad jarocha.

"Todos es muy bonito, este barrio yo no lo dejo"