Coatzacoalcos, Ver. - La noticia del secuestro de una familia hondureña sembró el temor entre migrantes que se encuentran de paso por Coatzacoalcos, una de las zonas consideradas “foco rojo” en Veracruz por los constantes hechos delictivos contra ellos.

Neftalí López Reyes, es un migrante hondureño que desde hace 15 días salió de su país y llegó a Coatzacoalcos tras caminar 30 kilómetros junto con su hija de 17 años. Él y otros compañeros suyos fueron informados del secuestro de cinco integrantes de una familia. La recomendación fue tomar precauciones.

“Nos estuvieron diciendo que estaba peligroso aquí, yo tenía miedo porque me dijeron que habían raptado a una familia aquí, yo anoche no dormí nada, siempre vigilando por cualquier cosa”, explicó Neftalí, quien no alcanzó un lugar en la Casa del Migrante ubicada en la colonia Coatzacoalcos y pernoctó en la calle, junto con otros paisanos. 

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El hombre de 31 años de edad, quien intenta por segunda ocasión conseguir “el sueño americano”, dijo que a pesar de todos los riesgos y operativos de corporaciones policíacas, no piensa volver a su país. 

A pesar de todas las circunstancias que hay en este camino, agregó, “ahí vamos viendo a ver que dice Dios, siempre confiando en él, porque siempre vamos a seguir intentando”.

Kevin, otro hondureño que llegó a Coatzacoalcos la madrugada de este 25 de julio, tiene el mismo temor de pasar por esta población del sur del estado, no solo por la delincuencia, sino también por los intensos operativos que hay para que no puedan subir al tren.

“Sí se siente temor, porque somos humanos y sentimos al hermano, entonces uno se siente afectado, porque son cosas que no pasan en nuestro país y a veces uno corre riesgos en diferentes lados”.

Incluso, antes de salir de Honduras, conocidos de Kevin que ya han pasado por Veracruz, le recomendaron que tuviera cuidado cuando llegara a esta entidad y continuara su camino lo antes posible. 

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Otros migrantes no están enterados del secuestro de la familia hondureña ni de los riesgos en la zona, como Dinah Soriano, procedente de Honduras, quien llegó a Coatzacoalcos junto con su hijo de 4 años de edad; su trayecto desde que emigró no ha sido fácil.

“La verdad es muy arriesgado, demasiado porque en el camino se ven muchas cosas, eso de subirse a la bestia no es algo fácil, yo que vengo con mi niño, es muy difícil la verdad”.

A pesar de los secuestros, los operativos policiacos, los asaltos y los riesgos que enfrentan los migrantes, el flujo migratorio por Coatzacoalcos va en aumento en lo que va del año.

De acuerdo con Joel Irieta Munguía, encargado de La Casa del Migrante, tan solo en este lugar tienen el registro de que en mayo de este año llegaron cerca de 998 migrantes, y en junio aumento con un total de mil 100 migrantes contabilizados.

“No ha disminuido mucho el flujo de migrantes, de 50 a 100 es la diferencia, la movilidad humana siempre va a existir, siempre existirá y seguirá”, acotó el también titular de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Coatzacoalcos.

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