Xalapa, Ver.- Líderes religiosos y jerarcas católicos están criminalizando a las mujeres que deciden interrumpir un embarazo, pero no se pronuncian contra la violencia de género, ya que el 30 por ciento de los asesinatos de mujeres se dan en el seno de su familia.

Un alto porcentaje de violaciones a menores de edad se da en su casa, son sus padrastros, tíos o abuelos que abusan sexualmente de las menores, y esos hechos no se recriminan, ni se incluyen en el sermón dominical.

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María de la Luz Estrada, integrante de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, lamentó que no se respete el Estado laico, y que por el contrario se criminalice a las mujeres que buscan interrumpir un embarazo, tratándolas como menores de edad.

“Lo que me preocupa es que lo hagan en las peores condiciones, que se puedan morir. El Papa ha sido coherente sobre la misericordia hacia los demás, y debemos acercarnos y entender porqué las mujeres están decidiendo interrumpir su embarazo”.

Las estadísticas de la Ciudad de México revelan que más de 200 mil mujeres han recurrido a la interrupción legal de un embarazo, de esas el 80 por ciento son católicas.

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“Los jerarcas están lejos de lo que está viviendo el pueblo (…)  se les descalifica, pero no los veo en el movimiento para que a las mujeres no las asesinen. El 30 por ciento de los asesinatos son el hogar; las niñas la mayoría son violadas por el padrastro, el papá, el abuelo y el tío, y son temas que no se tocan”.

Las integrantes de la agrupación que apoyan y asesoran legalmente casos de desaparecidos o la interrupción legal del embarazo de mujeres y niñas son amenazadas, incluso, al interior de la iglesia católica.

“Hay niñas violadas de 10 años a quienes les obstruyen interrumpir un embarazo legal, y nos hemos visto descalificadas por nuestra labor”, lamentó.

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