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Canciones para recordar a Freddie Mercury, y el misterio de su tumba

  • Arantxa Atl
El mundo recuerda en su aniversario luctuoso a la leyenda de la banda británica Queen.

Hoy hace 27 años, tras hacer público su padecimiento del VIH-SIDA, una de las más grandes leyendas del Rock murió. Freddie Mercury, la inigualable voz de Queen y vocero de la libertad falleció por complicaciones provocadas por su enfermedad.

Mercury fue –al menos públicamente- el primero rockero que moría a causa del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, por lo que su deceso marcó un antes y un después respecto a la visibilidad y concientización sobre el padecimiento.

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El intérprete también fue caracterizado por su remarcada discreción respecto de su vida privada, causando malestar en algunos reporteros que a lo largo de su carrera artística especularon sobre alguna que otra verdad a voces, como sus preferencias sexuales, e incluso su salud.

Es precisamente su discreción la que se mantiene incluso después de muerto, pues hasta ahora, el mundo ignora el lugar en el que descansan los restos mortales del nacionalizado británico.

“Mi intimidad siempre ha sigo algo especial para mi y soy conocido por las pocas entrevistas que concedo. Por favor, comprendan que esta pauta continuará”, expresó Mercury en su último comunicado publicado el 23 de noviembre de 1991, fallecería 24 horas más tarde.

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El funeral fue realizado por dos sacerdotes de la religión parsi del Zoroastrismo, y no duró más de 20 minutos; Mercury también dejó dicho qué música debía escucharse para ese momento, y en todo lo alto sonó Barcelona, tema que representaba sus sueños musicales.

Después, sus restos fueron cremados. Su amigo Elton John no soportó y salió del lugar; permanecieron sus familiares y otras estrellas de la vida musical, entre ellos sus compañeros de Queen, y a quien llamó el amor de su vida: Mary Austin, quien finalmente se quedó con las cenizas de Mercury.

Pero nunca fue aclarado qué sucedió con ellas, y hasta ahora, Freddie no tiene una tumba o lápida a donde sus fans puedan homenajearle.

De acuerdo con algunas versiones, la última voluntad de Freddie Mercury fue que sus cenizas se esparcieran en el lago Ginebra en Suiza, cerca de una casa del cantante en la ciudad de Montreaux, a donde solía recurrir junto con su banda en busca de paz.

Su asistente personal, Peter Freestone dijo que esto había ocurrido, pero nunca fue confirmado.

Otras versiones dicen que fueron depositadas en el jardín de su casa de Garden Lodge, en Londres, y algunas otras (de sus familiares) indican que fue enterrado en Zanzíbar.

Pero en 2012, un fan encontró en un cementerio de Kensal Green en Londres (muy cerca de Garden Lodge), una placa firmada por M., dedicada a Farrokh Bulsara, nombre de pila de Freddie.

Nunca se confirmó ni por la familia ni por Mary Austin el verdadero lugar de descanso de Freddie. La placa desapareció poco tiempo después.

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