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Sin asesoría jurídica, Silvia vive juicio por feminicidio de su hija en Veracruz

  • Miguel Ángel León Carmona
La Fiscal de distrito de Poza Rica dijo a la madre de Ashley Miranda Pérez que el Estado no tiene capacidad para asistirla.

Xalapa, Ver.- Silvia Pérez se enteró en el periódico sobre la detención de una mujer implicada en el feminicidio de su hija, Ashley Miranda Pérez. Ella no fue convocada por las autoridades a la audiencia inicial y deberá de contratar un abogado, pues la Fiscal de distrito de Poza Rica le ha dicho que el Estado no tiene capacidad para asistirla.

“La Fiscal Yaisa Elena Hernandez Reyes me dijo que los asesores jurídicos solo los dan en Xalapa, pareciera que si soy de Poza Rica no tengo derecho. Tendré que enfrentar a los asesinos de mi hija yo sola”, se lamenta la madre mientras imprime volantes que repartirá al norte de la entidad con la consigna de ‘Justicia para Ashley’.

La historia de Silvia comenzó el 09 de diciembre de 2017, cuando los amigos Ashley Malixi le informaron que había desaparecido. Lo último que hizo la joven de 20 años de edad en su clase de Derecho fue contestar una llamada; alterada tomó su mochila y sin despedirse de sus compañeros se retiró del Centro de Estudios Superiores del Norte de Veracruz (CESUNV).

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Cinco días después, Silvia Pérez fue notificada sobre el hallazgo del cadáver maltratado de su hija, el cual fue abandonado bajo las ramas de un árbol, en un camino de terracería de la comunidad Cerro Grande, en el municipio de Papantla.   

De acuerdo con un testigo de identidad protegida, Ashley Miranda fue privada de su libertad y posteriormente trasladada hasta el auto hotel Las Fuentes, en Poza Rica, donde unas cuatro personas habrían acabado con su vida. “Mi niña recibió muchos golpes en la cabeza y puñaladas en su corazón”, explica la entrevistada.

Además, Silvia avala la declaración del testigo protegido y asegura que una sola mujer no habría logrado someter a su hija. “Ashley era alta, tenía fuerza y pudo haberse defendido, toda su vida participó como scout. En su asesinato participó más de uno”, asegura.

Ocho meses más tarde, la madre se enteró mientras hojeaba el periódico sobre la detención de Lluvia “N”, una joven que fue identificada por el testigo de identidad protegida como responsable del crimen de Ashley Miranda.

De acuerdo con publicaciones de medios locales, Lluvia “N” fue detenida la madrugada del pasado 22 de agosto, en Papantla. El juez de control legalizó su detención y será el próximo martes 29 de agosto cuando se realice la audiencia de vinculación a proceso. No obstante, la imputada declaró ante el juez contar con 16 semanas de embarazo y amenaza de aborto por lo que le vivirá su proceso resguarda desde casa.

“Estoy sola y merezco que alguien me asesore en el juicio”: víctima indirecta

Desconcertada ante la noticia que leyó en el periódico, Silvia acudió a la Unidad Integral de Procuración de Justicia del VII Distrito Judicial en Poza Rica. Allí la titular Yaisa Elena Hernandez Reyes justificó no haberle avisado sobre la detención de la única implicada del asesinato de su hija debido a “exceso de trabajo”.

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“Yo le dije que quería participar en las demás audiencias y que si para ellos me podían asignar un asesor jurídico, pero ella me dijo ‘No, señora eso solo lo dan en Xalapa”, relata la madre.

De acuerdo con el asesor jurídico federal Raúl Cabrera, “existe una necesidad de que las autoridades ministeriales y jurisdiccionales reconozcan que los derechos de las víctimas se encuentran en un plano de igualdad con las de los imputados, y si la figura garante de estos derechos como es un la del asesor jurídico no es ni siquiera requerida se deja en un completo estado de indefensión a la persona en situación de víctima”.

Agregó que es “Indispensable resulta el dar vista a los organismos de protección de derechos humanos, por encontrar una posible violación grave a los derechos humanos de la víctima (de parte de la Fiscal de distrito); tanto así que es un derecho Constitucional el recibir asesoría jurídica”.

Ante las circunstancias, Silvia imprimió un millar de boletines en una papelería de Poza Rica, que repartirá previo a la audiencia de la persona detenida por el asesinato de su hija. “Hay temor, hay inquietud, porque a lo que nos estamos enfrentando es a gente peligrosa; y mi familia es gente de paz. Pongo en manos de Dios está situación y espero que la gente entienda que ahorita fue mi hija, al rato quién ¿más va a ser?”, se pregunta.

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