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Candidatos a gobernador en Veracruz, bajo la sombra de sus padres políticos

  • De la corresponsalía
Candidatos a la gubernatura de Veracruz provienen de padres dedicados a la política desde hace décadas.

Boca del Río, Ver. - Los principales contendientes a la gubernatura del estado de Veracruz son hijos de políticos prestigiados, cercanos al poder, quienes buscan o buscaron consolidar proyectos personales que aterrizarían, por fin, este 2018, gracias a sus vástagos.

En el caso del abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia, Cuitláhuac García Jiménez, su padre es el profesor y exdiputado local del PRD, Atanasio García Durán, reconocido luchador social de la zona de Xalapa.

En el 2005, sirvió como presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado de Veracruz y en el 2007 pretendió contender por la candidatura perredista a la presidencia municipal de la capital, sin embargo, no la ganó.

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El exlegislador es doctor en educación por la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, docente siempre identificado como integrante de la izquierda.

Sus detractores aseguran, por medio de columnas locales, que durante su paso por el Congreso como diputado, tuvo un acercamiento con el entonces gobernador, Fidel Herrera Beltrán, que le sirvió para tejer alianzas.

Uno de los favores que habría obtenido fue becar a su hijo, el ahora candidato Cuitláhuac García, para estudiar un doctorado en Londres.

Al regreso del extranjero, el joven se unió a las filas del recién creado Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), fue delegado estatal, luego diputado federal y ahora contiende por segunda vez por la gubernatura.

En los mítines, Atanasio siempre está detrás de su hijo, tanto que a nadie le fue extraño escuchar una declaración de Cuitláhuac confesando a los medios de comunicación que a sus 50 años todavía vive con sus padres, pues no tiene esposa ni hijos.

José Francisco Yunes Zorrilla, abanderado de la coalición "Por un Veracruz Mejor", es hijo del empresario calero José Abraham Yunes Suárez, quien nunca ha ostentado un cargo político en su vida, según relatan sus conocidos.

Es dueño del rancho San Julián, ubicado en el área rural del municipio de Perote, cerca de la frontera con el estado de Puebla, zona en donde extienden su poder político.

Para los priístas veracruzanos es una tradición acudir a ese lugar, en vísperas de elecciones gubernamentales para que don Abraham les dé el visto bueno a los candidatos y así, a la par obtengan el apoyo del electorado en la región bajo su dominio.

Columnas políticas aseguran que en diferentes épocas han ofrecido cargos al patriarca, pero él se ha negado argumentando que está dedicado de lleno a sus empresas.

Llegar a pedir su venía al rancho San Julián no es una ocurrencia de pocos años, es una práctica que el PRI lleva a cabo desde el siglo pasado.

Quien inició la tradición fue el abuelo del ahora candidato, José Yunes Zorrilla, el comerciante de ascendencia libanesa, Julián Yunes, él invitaba a los suspirantes del PRI a comer a su casa para darles el visto bueno y, decidir, si entregaba su apoyo.

Una versión, que la familia nunca ha querido abundar, es que Don Julián murió a causa de las heridas de bala que le habría propinado uno de los escoltas del entonces gobernador Fernando López Arias (1962-1968).

La leyenda urbana cuenta que ambos eran amigos, por lo tanto, el mandatario estatal le dio obras públicas al empresario para que las realizara a través de una constructora, sin embargo, pese a la amistad los pagos nunca llegaron.

Priístas relatan que eso fue el motivo de la disputa entre ambos, un día los llevó a una discusión que terminó en una pelea, finalizando con el gobernador tirado por un golpe en el rostro y con don Julián herido de bala por un disparo de los guardias.

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Pese al supuesto incidente, don Abraham, que en ese entonces tenía 21 años, siguió con la tradición, invitando a los políticos a comer a su rancho hasta que logró que su hijo, José Yunes, fuera el candidato de la alianza PRI-PVEM, en estas elecciones.

Miguel Ángel Yunes Márquez, actual candidato de la coalición Por Veracruz al Frente, es hijo de Miguel Ángel Yunes Linares, actual gobernador del estado por la alianza PAN-PRD.

El actual mandatario es originario de Soledad de Doblado, un pueblo rural ubicado a unos 40 minutos de la ciudad de Veracruz.

Aunque se apellida igual que el candidato del PRI, e incluso en el pasado ambos se trataban como tío y sobrino, han aclarado que no guardan lazos sanguíneos, solo sus orígenes libaneses.

Yunes Linares trabajó desde niño en la tienda de escobas que tenía su padre, pero en la juventud migró a Veracruz para estudiar el bachillerato.

Durante esos años, fue hospedado por sus tíos, compartiendo habitación con su primo-hermano, Héctor Yunes Landa, ahora Senador de la República por el PRI.

Tras finalizar la preparatoria, viajó a Xalapa a estudiar Derecho en la Universidad Veracruzana, en donde empezó a involucrarse en la política hasta conseguir empleo en el gobierno del estado priísta.

Allí escaló posiciones hasta llegar a ser Secretario de Gobierno en la administración de Patricio Chirinos Calero, para luego ser nombrado como dirigente del PRI en el estado de Veracruz.

Bajo su tutela, el PRI perdió la mayoría de los 212 municipios en el 2004, lo que le valió no ser nombrado como candidato a la gubernatura, que le fue concedida a su examigo, Fidel Herrera Beltrán.

Tras su renuncia al PRI, emigró al Partido Acción Nacional, aunque no era bien visto por los panistas y empezó a colocar a sus hijos, Miguel y Fernando Yunes Márquez, dentro de las estructuras azules.

Al paso de los años, los llamados Yunes azules adquirieron poder y crearon toda una fuerza dentro de Acción Nacional en Veracruz logrando diputaciones, alcaldías y senadurías.

En el 2010, Miguel Ángel Yunes Linares fue candidato a la gubernatura, pero perdió frente al priista Javier Duarte de Ochoa.

En el 2015, empieza a mostrar sus intenciones por volver a candidatearse, al tiempo que el entonces gobernador cordobés envió una reforma electoral al Congreso Local que quedó aprobada de inmediata.

Lo anterior generó molestia no sólo en el PAN sino también entre los Yunes del PRI, pues obligaba a que el periodo a gobernador siguiente durara dos años nada más, del 2016 al 2018.

Aunque hubo desánimo al principio, los priistas Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, hicieron una alianza lanzando un proyecto de ochos años, ya no de seis.

Miguel Ángel Yunes Linares hizo lo mismo, planificó gobernar los dos primeros años para después impulsar a su hijo a la siguiente administración de seis años.

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