• Sociedad

Esto es lo que una mosca puede provocar en tu ojo

  • La Silla Rota
El caso se dio en agosto de 2016 pero los científicos apenas dieron a conocer que a la mujer le retiraron del ojo 14 larvas.

Mediante redes sociales se comparten historias sorprendentes sobre casos médicos que impactan a nivel mundial, tal es el caso de una joven que fue intervenida por tener parásitos en los ojos.

Abby Beckley, vive en Oregon, EU, fue descrita como el primer caso humano conocido de una infección parasitaria propagada por moscas.

El caso se dio en agosto de 2016 pero los científicos apenas dieron a conocer que a la mujer de 26 años le retiraron del ojo izquierdo catorce gusanos pequeños.

A Beckley le diagnosticaron Thelazia gulosa, este es un tipo de gusano que afecta los ojos del ganado principalmente.

Estos casos son frecuentemente vistos en el norte de EU y el sur de Canadá, pero nunca antes en humanos.

Cabe señalar que estos gusanos son transmitidos por un tipo de mosca conocida como "mosca de cara", esta especie se alimenta de las lágrimas que lubrican los ojos, según los científicos.

De acuerdo al relato de Beckley, paseó en caballo y pescó en Gold Beach, Oregon, una zona costera dedicada a la ganadería y la agricultura.

Después de una semana de irritación ocular, Beckley se sacó un gusano del ojo y fue entonces que acudió al oculista, pero ella eliminó la mayoría de los demás gusanos en las semanas siguientes.

Los gusanos eran translúcidos y cada uno tenía una longitud de menos de 1,25 centímetros.

Después de extraer los 14 gusanos, ya no fueron encontrados más de esos parásitos en el ojo de la mujer y no tuvo otros síntomas.

Los gusanos oculares son vistos en diversos animales como gatos y perros, y pueden ser transmitidos por diferentes tipos de moscas.

Según Richard Bradbury, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, antes se habían conocido un par de casos de infecciones de gusanos oculares tipo Thelasia, pero nunca uno de este tipo.

El documento fue difundido en la publicación American Journal of Tropical Medicine and Hygiene.

Con información de El Comercio | La Silla Rota