Para cerrar el 2017, la violencia no puso freno, luego de que fuera asesinado el aspirante a alcalde de Atoyac, Guerrero, el priísta Adolfo Serna Guerrero, en las últimas horas del año.

Serna Noguera estaba por unirse a un grupo de funcionarios que también han estado vulnerables al crimen, pues nueve presidentes municipales fueron asesinados en 2017.

El último caso fue también en Guerrero, cuando el 28 de diciembre fue ejecutado el alcalde de Petatlán, Arturo Gómez Pérez, quien cenaba en una pozolería cuando hombres armados lo atacaron.

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El primer asesinato del año pasado fue Antolín Vital Martínez, presidente municipal de Tepexco, Puebla, quien el 24 de enero fue asesinado a balazos cuando circulaba en la carretera federal Atlixco-Izúcar de Matamoros.

Otro caso fue el 6 de octubre, cuando Stalin Sánchez González, alcalde de Paracho, Michoacán, fue ultimado en su casa.

El 11 de octubre, , Manuel Hernández Pasión, alcalde de Huitzilan de Serdán, Puebla, también perdió la vida sobre la carretera a Cuetzalán, en la Sierra Norte del estado.

El 20 de octubre, el alcalde de Ixtlahuacán, Colima, Crispín Gutiérrez Moreno, también fue sorprendido a tiros en la autopista Manzanillo-Guadalajara.

Santana Cruz Bahena, alcalde electo de Hidalgotitlán, Veracruz, no pudo tomar protesta luego de que un grupo de personas lo mataran en su domicilio el 20 de noviembre.

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Para el 24 de noviembre, fue Víctor Manuel Espinoza Tolentino, alcalde de Ixhuatlan de Madero, Veracruz, quien falleció en lo que se presume fue un asalto.

El 8 de diciembre, el alcalde de San José el Alto, Oaxaca, José Santos Hernández , fue ultimado durante un viaje en familia.

Finalmente, Sergio Antonio Zenteno Albores, alcalde de Bochil, Chiapas, fue ejecutado por dos hombres que iba en motocicleta en el centro de Tuxtla Gutiérrez.

Con información de La Silla Rota

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