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Tras 22 años sin contacto se reencuentra con su familia

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Tenía 17 años cuando salió de Guatemala

Amatlán de los Reyes, Ver.- Cuando Elisandro Reginaldo Roblero salió de su pueblo, en las faldas del volcán Tacana, en Guatemala, tenía 17 años, ese entonces no había internet y en el tránsito a México perdió el número de la única caseta telefónica que había en su lugar de residencia, y entonces también perdió toda posibilidad de contacto con su familia.

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Este martes, después de 22 años, se reencontró con Catalina, su madre, y Antolina, su hermana, además conoció a su pequeño sobrino.

Catalina se integró a la caravana de madres migrantes para viajar al reencuentro y Rubén Figueroa, del Movimiento Mesoamericano y el proyecto “Puentes de Esperanza”, hizo posible la llegada de Elisandro.

El abrazo que se dan es largo, minutos antes del encuentro a Catalina le empezó a doler el pecho, era normal, le dijeron, una mezcla de emoción y felicidad de ver a su hijo a quien pensaba desaparecido.

Desde hace varios años, Elisandro es taquero en la Ciudad de México, ahí fue donde conoció a Sergio, integrante de una organización de apoyo a migrantes.

Primero lo invitó a jugar a un equipo de fútbol, y le tomó confianza, entonces le contó su historia y con pena le dijo que no sabía de su familia y que en realidad no se llamaba Luis, como le decían, sino Elisandro.

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Entonces Sergio le dijo que conoció a alguien que podía ayudarlo a volver a ver a su familia.

Los contactos se hicieron y meses más tarde, Rubén Figueroa logró llegar hasta la comunidad, a tres horas caminando.

Las señas estaban dadas, Elisandro contó que su familia bajaba los domingos al pueblo más cercano para acudir a la iglesia. Ahí fue donde los contactó.

Al mismo tiempo, a miles de kilómetros, Elisandro jugaba su partido con su equipo del barrio, en la capital de México.

Sergio se le acercó y le pidió que grabara un video para sus padres, entonces se quebró, entre lágrimas grabó un saludo que fue recibido casi de inmediato por su familia en Guatemala, quienes a su vez grabaron un mensaje para su hijo.

El contacto fue en agosto, y meses después se logró el contacto físico, vestido de negro, Elisandro trata de ocultar sus lágrimas, y su emoción.

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Recibe a su familia con un ramo de rosas

Con rosas y un largo abrazo, ahora hace planes para viajar a Guatemala, su país natal, para ver al resto de su familia, de la que perdió contacto hace más de 22 años, así como para conocer a sus nuevos integrantes, a sus viejos amigos y conocidos, del lejano pueblo que dejó, en las faldas del volcán Tacana.

(AVC)