Veracruz, Ver.- Cinco años pasaron para que Basilea Bonastre Contreras pudiera hallar a su hijo, Arturo Figueroa Bonastre, desaparecido el 1 de enero del 2012.

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Incapaz de contener el llanto, hoy, a un año exactamente de distancia del hallazgo de las fosas de Colinas de Santa Fe, ella lo ha encontrado, oculto entre la arena con otros restos

Su camisa en una fosa, sus tenis en otra, su cráneo identificado, pero su cuerpo, sin poder ser entregado a su familia, pues está en proceso de identificación.

“Unas patrullas entraron y se llevaron todo lo que encontraron a su paso, ahí iba mi hijo; como ven, un joven lleno de esperanzas, de metas, de ilusiones y todo se vino abajo”, expresó mientras las lágrimas surcaban sus mejillas.

El 27 de julio las autoridades le notificaron a Basilea y a su familia la concordancia al 100 por ciento de las pruebas genéticas aplicadas a los restos. Una de las ocho concordancias que existen de acuerdo con el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz.

“Deben ser como ocho personas que ya se lograron identificar con perfil genético de lo que se ha trabajado con Policía Científica y PGR, no quiere decir que solo se hayan identificado ocho restos, con perfil, se han identificado muchos más, pero no ha habido una concordancia con los match que se tienen del perfil de los familiares”, comentó el fiscal.

Winckler Ortiz señaló que suman 262 cráneos exhumados de Colinas de Santa Fe, sin embargo, la vocera del colectivo Solecito Veracruzano, Lucía Díaz Genao, aseguró que la cifra es mayor, de 274 cráneos ubicados en 137 fosas.

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El trabajo para ellas ha sido arduo durante un año de trabajo, día tras día han buscado cubriendo hectáreas del cementerio clandestino más grande de Latinoamérica, sin gran apoyo de las autoridades, únicamente lo que ellas pueden obtener y con ayuda también de la sociedad civil.

“Hemos tenido mucho trabajo porque el primer trabajo es conseguir los fondos, porque la búsqueda lo hacemos con nuestros recursos, trabajar con las autoridades que están renuentes, omisas, indulgentes e indolentes”, expresó Díaz Genao.

Pero a un año de distancia y a pesar de que la Fiscalía General del Estado (FGE) ya considera terminados los trabajos, están lejos de culminar la búsqueda, la vocera del colectivo consideró que todavía faltan, al menos, un 30 por ciento de la totalidad del predio ya catalogado como Colinas de Santa Fe.

Además, restas otros tres puntos que la Fiscalía General del Estado no ha asegurado, y que podrían tener restos humanos, a pesar de la insistencia de las madres del colectivo, uno de ellos, el kilómetro 13 y medio, también en la zona norte del puerto de Veracruz.

Díaz Genao insiste, el trabajo del fiscal general ha sido alejado de los temas que tienen que ver con Derechos Humanos, alegando siempre que no tiene recursos suficientes para hacer las búsquedas.

“Dijo que les iban a dar unos millones, pero no hemos visto ningún cambio, nosotros no hemos visto absolutamente nada relativo a esos equipos”, comentó

Celia García Velázquez, toma del brazo a Basilea, en todo momento, la reconforta mientras ella ha reconocido la verdad.

“Este año de lucha, día con día, ha sido muy difícil, triste y desesperante, porque buscamos a nuestros hijos y pues en mi persona siento que busco a mi hijo en una aguja en un pajar”, explicó.

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Perder la esperanza para Celia no es una opción, por lo que continúa buscando a su hijo.

“Tengo la esperanza de encontrar a mi hijo, sea aquí o en otro lado se que lo voy a encontrar, como Dios me lo dé (...) la unión que hemos tenido entre todas, ahora somos hermanas, nos queremos demasiado porque sentimos el mismo dolor, la misma tristeza, nadie puede entenderlo porque esto es muy grande y seguimos hasta el final, de aquí a donde tengamos que ir, iremos”, afirmó.

Las madres deciden tomar el camino sinuoso que lleva al interior del terreno donde han sido encontradas las fosas, en esta ocasión no llevan picos y palas en la camioneta, sino flores, muchas flores blancas, para Arturo, para todos.