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Periodistas veracruzanos recuerdan a Rubén Espinosa

  • Miguel Ángel León Carmona
“Es necesario hablar del Rubén fotoperiodista, del Rubén humano”, reiteran.

Xalapa, Ver. – “Era fin de quincena y Rubén se quedó con diez pesos. Se le había descompuesto su cámara, no había internet en su oficina y en su casa le habían cortado la luz, porque no la pagó”, recuerda Arantxa -entre risas-, reservándose el final de la anécdota de su amigo Rubén Espinosa Becerril. A dos años del caso Narvarte.

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Arantxa Arcos -reportera de Veracruz- describe la imagen de ‘Rubencillo’: el ser humano y fotoperiodista por encima de “mitos y construcciones de lo que no fue”, asegura.  Mientras pega una cartulina en la entrada del Palacio de Gobierno culmina el episodio de quien también representó las condiciones laborales del gremio jarocho.

“Con esos diez pesos que le quedaban, cinco los ocupó para mandar su trabajo desde un cibercafé, con lo que le quedó se compró un cigarro. Eso fue su desayuno, comida y cena”, las risas no desaparecen en el semblante de la entrevistada.

Aranxta es una de las personas que se reunieron este lunes 31 de julio en la Plaza Lerdo, en la capital de Veracruz. Allí catedráticos, pensionistas, reporteros, estudiantes, y animalistas asistieron a recordar a Rubén Espinosa, quien en vida dio cobertura a “los problemas que no tienen la prioridad del proyecto personal y empresarial de los políticos en turno”, opinan sus compañeros.

Este 31 de julio también se recordó la memoria de Nadia Dominicque Vera Pérez, Yesenia Quiroz Alfaro, Mile Virginia Martín, Olivia Alejandra Negrete Avilés y de Rubén Espinosa, quienes junto a Rubén Espinosa son un caso sin respuestas para la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

En el corazón de Xalapa, allegados al excorresposnal de Proceso, Cuarto Oscuro y AVC Noticias, ofrecieron flores, pancartas y consignas, pero también poemas y relatos con Espinosa Becerril, un joven a quien adjetivaron como “alegre, solidario, que nunca perdió el piso y se esmeró en compartir sus experiencias con los reporteros más jóvenes”. 

“Rubén era obsesivo con su trabajo”: Noé Zavaleta

Uno de los compañeros que asistieron a la protesta de este lunes fue Noé Zavaleta, corresponsal de Proceso y excompañero de trabajo de Espinosa Becerril. “Salía de gira con él, y significaba que terminábamos de trabajar a las 11 de la noche y en la mañana ya te andaba dando tus cocolazos para que te pararas a trabajar”, relata.

Explica que poco gustaba de asistir a eventos en el Congreso de Veracruz o en Palacio de Gobierno. La vez que se lo pedían siempre trataba de sacar el peor rostro de cada político. A Américo Zúñiga –alcalde de Xalapa- sonrojado, inflando las mejillas; a Duarte con el vientre abultado; a Buganza – ex secretario de Gobierno- remarcando sus gestos cuando estaba enojado; a algún perredista cómico sacando la lengua. Él decía que quería mostrarlos tal y como son”.

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Zavaleta recuerda el gusto de Rubencillo, como le llamaban sus amigos por los cigarros Delicados y su afición por caminar. “Ir a un evento del PRI Estatal, que te costaba unos 20 o 25 pesos en taxi, él prefería caminar. Decía ‘ni madres, esa lana no hay que despilfarrarla, vámonos a pie. Y te hacía caminar”.

“Rubén no era anarquista”: Norma Trujillo Báez

Norma Trujillo Báez, integrante del colectivo Voz Alterna, dedicó unas palabras en la Plaza Lerdo, donde aseguró que más allá del mito, “es necesario hablar del Rubén fotoperiodista, del Rubén humano”.

“Hay quien llegó a decir que Rubén siempre llegaba a trabajar a las ocho de la mañana. Los que lo conocimos, sabemos que llegaba corriendo a las 11 de la mañana. Esto no quiere decir que no hacía su trabajo. Pero Rubén era común y corriente; como a cualquier periodista que se le hace tarde.

Trujillo Báez, desmintió los señalamientos de anarco hacia Rubén Espinosa. “Esos señalamientos no ayudan en una investigación. El cubría los movimientos magisteriales, de pensionados. Sí reflejó parte de la agresión estudiantil, más no era parte del bloque negro que existía en Humanidades. Totalmente lo rechazamos”.

“Con las limitaciones que le imponía la vida, lo recuerdo apoyando a los invisibles para la sociedad. Los vagabundos del Parque Juárez lo buscaban en “la oficina”, en los escalones del Café La Parroquia, allí él les compartía lo que tenía, a veces les daba cigarrillos o las papas fritas que era su desayuno”, abundó.

De acuerdo con la periodista, Rubén Espinosa dejó un trabajo inconcluso, acerca de un indigente de quien descubrió, era un estudiante de medicina de la Universidad Veracruzana (UV), que vino a estudiar desde Baja California, “pero que perdió el camino y que seguramente sus padres lo dan como desaparecido”.

“Rubén también defendía a los animales”: Adriana Vicario Chávez

Otra de las presentes en el memorial dedicado a Espinosa Becerril fue Adriana Vicario Chávez, fundadora de la Fundación Mirada Animal, quien da fe de otro problema al que dio cobertura el fotoperiodista veracruzano, la violación de los derechos de los animales.

“Rubén era muy solidario con la causa de los animales no humanos. En la causa que yo participo siempre cubría nuestras ruedas de prensa. Incluso tenía animales adoptados y está la historia de su famoso perro Cosmos. Él siempre se mostró interesado en el tema”, explicó durante la marcha en las inmediaciones del Palacio de Gobierno.

“Rubén fue un camarada del sector magisterial”: Adriana Castro

“Rubén Espinosa representa para nosotros, los maestros en lucha, un camarada que nos acompañó en la defensa de nuestra verdad. Un profesional apasionado por la cobertura de movimientos sociales”, compartió Adriana Castro, integrante del Movimiento Magisterial Veracruzano.

La catedrática, se refirió a Espinosa Becerril como un camarada. “En las protestas apareciste tú, Rubén, infalible, con tu cámara, cumpliendo con tu labor para tomar registro de nuestras protestas, ante una autoridad acartonada, que prefiere dar lugar a políticas pactadas por el neoliberalismo antes que atender las necesidades educativas de su población y acabar con los derechos laborales del gremio”.

“A los chavos nos enseñó a hacer periodismo”: Raziel Roldán

“Cuando yo comenzaba a ejercer periodismo era una persona que me transmitía mucho conocimiento. No sabía cómo eran las cosas entre gobierno y periodistas. A pesar de tantos logros que tuvo nunca perdió el piso, siempre fue humilde”, comparte el fotoperiodista de El Demócrata.

Sumado a las cátedras de periodismo, el integrante de Voz Alterna explicó que por encima del acercamiento laboral con Rubencillo, destaca su hermandad. “Todo el día nos la pasábamos platicando en los escalones del Café La Parroquia. Nos dejó bastante, nos dejó mucha fuerza para seguir haciendo periodismo”.

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