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La lucha de las trans de Tepito

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Las Gardenias, el equipo de futbol conformado por transexuales juegan una vez a año para alzar la voz

VIRGINIA NEGRO

Encuentro a Naomi en la estética que lleva su nombre. A los quince años salió de mochilero del estado de Michoacán y se vino a la Ciudad de México. "Empecé a trabajar en una farmacia. Mi madre quería que fuera al seminario. ¿Quién sabe cómo hubiera podido ser mi vida?", dice con una voz aguda, rodeada de fotos de Marylin, "Tal vez no era el caso...", sonríe coqueta.

El maquillaje, el pelo rojo y unos lentes verdes esconden los rasgos típicamente mexicanos.

Naomi siempre ha sido Naomi. Durante la conversación nunca menciona su nombre de de pila. "Siempre supe quién era y lo que quería ser. Después de un grave accidente, decidí que si sobrevivía haría exactamente lo que quería. Sin importar el juicio de los demás. La vida es demasiado corta para tener miedo ".

Una gatita aparece, me ve y se va corriendo. "Se llama Fifi," Naomi la ha adoptado hace unos meses. "Nadie la quería, es una poco autista. Ahora se está escondido en alguna parte, no le gusta la gente. Te mira, abre los ojos y se escabulle afuera".

Por el contrario, Naomi tiene una mirada determinante, pero sin ninguna señal de desafío. Debe de haber pasado por un centenar de vidas y, como los gatos, siempre cayó de pie, quizás es por esto que parece no tener miedo.

"Decidí llamarme Naomi como Naomi Campbell. Realmente respeto a las personas de color; aunque se dice que no hay más racismo, sí lo hay. Ella lo ha logrado y se ha convertido en una famosa modelo".

La conversación se interrumpe a menudo por varios vecinos de la zona que pasan a saludar.

"¡Joaquina!"

Una silueta delgada aparece frente a la puerta de la estética.

"Loquita! ¿Cómo vas?"

Naomi se dirige hacia mí: "Joaquina jugaba con Las Gardenias en los años en los cuales eran unas escandalosas y les tiraban los huevos! ". Ambas estallan en una risa contagiosa. Las Gardenias es el equipo de fútbol más transgresor del llamado Barrio bravo de Tepito. Once personas trans que han decidido participar en la liga de fútbol más  sui géneres del año.

Todo empezó hace casi cuarenta años cuando trasgredir la normatividad heterosexual no era una opción. "Aquí, en el barrio de Tepito las familias se encuentran en una constante competencia:" Mi hijo gana ..., mi hija se va a casar con ... ". Es todo un "quién hace la fiesta más grande, quien tiene el mejor coche." Imagínese, nace un hijo gay, ¿y qué? ", sigue Naomi con su mirada tierna. "El equipo de Las Gardenias es un símbolo, una forma de redimir nuestra identidad y mostrarnos públicamente. Me gustaría hacer más cosas, pero no estamos muy organizadas. Hace unos días un funcionario del gobierno vino a pedirme que participara en una iniciativa para promover el sexo seguro en el vecindario. Usted no sabe cómo muchos niños, incluso muy jóvenes, vienen aquí a la estética a pedirme consejos". No es difícil creer que Naomi sea una referencia aquí en Tepito. "He hecho muchos trabajos. También me he prostituido: no es para mí. He tenido algunas malas experiencias, pero créeme, la mayoría de las veces es sólo para acompañar, para pasar tiempo juntos. Tenía un cliente, casado y con hijos, que solo quería ser maquillado y vestido de mujer, y luego conducíamos su coche a través de la ciudad por toda la noche platicando".

Las Gardenias juegan sólo una vez al año, el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís. en el estadio conocido como "El Maracaná" en el corazón de Tepito.

Supervivencia

Estamos en Tepito, el fulcro del comercio, del narcomenudeo y el templo de la violencia urbana capitalina. Una frontera que divide el centro histórico de Tlatelolco, donde se encuentran las ruinas de la ciudad precolombina. Una especie de pueblo colonizado por lo que la filósofa mexicana Sayak Valencia define Capitalismo Gore, es decir, la lógica neoliberal destructiva de  derramamiento de sangre  mezclado con el crimen organizado, el sexo y el uso depredador del cuerpo. Cuando pregunto a Naomi de la relación entre el tráfico de drogas y el mundo trans, me contesta que nunca lo experimentó en su piel. "Hubieras tenido que hablar con una amiga. Desafortunadamente murió recientemente. Ella sí, tenía una vida muy difícil. Se escapó de la trata, la obligaron a ejercer la prostitución, la operaron, creo contra su voluntad, y la drogaban diario. En un momento de lucidez escapó y llegó aquí en Tepito. Pero era ya una persona profundamente dañada ".

Eriko originario de Tepito, es abiertamente homosexual y trabaja en clubes gay y transexuales. "La conexión es, como casi siempre, el dinero. Ser trans es caro, se necesita dinero para las operaciones y los tratamientos hormonales". Eriko me explica lo que él llama Transbestias: "transbestias son aquellas personas que no alcanzan los estándares de belleza que el mundo trans demanda, y permanecen en una especie de limbo. Una situación de precariedad absoluta, no pueden ahorrar el dinero suficiente, no sólo a causa de la pobreza, sino también porque a menudo no paran con las fiestas, o porque son víctimas de relaciones abusivas, incluso económicamente. Esta situación las vuelve vulnerables a ser reclutadas por el narco cuando necesita soldados para reforzar las filas". Eriko continúa, "La marginación rima con la vulnerabilidad, creando una cadena que a menudo termina en una adicción a las drogas." Engranajes malvados del sistema tepiteño. "La humillación es otro asunto", dice Eriko, "Hay una especie de síndrome de Estocolmo: las relaciones de poder se mezclan con las sexo-afectivas. Todos estos factores no ayudan en la lucha por la emancipación, en cuanto no permiten construir comunidad, las personas pierden por completo el objetivo social. Por esta razón, el equipo de Las Gardenias es importante: porque se trata de crear una alternativa, otra historia".

Incluso fuera de esta difícil área de la capital la vida de una persona trans no es todo color de rosa. De acuerdo con los datos de la asociación Transexual Latinoamérica, México ocupa el segundo lugar, después de Brasil, en el índice de homicidios de personas trans.  La impunidad sigue siendo una tragedia constante. El escandaloso silencio de las autoridades frente a la gravedad de la situación es alarmante. Asesinatos concretos motivados por el deseo de erradicar lo que esa persona representa, para castigar a las mujeres y los hombres que salen de la norma, cuyos cuerpos transgreden el orden de género. El año pasado en Chihuahua se encontró el cadáver de una mujer trans con cuatro balas en el cráneo y un palo en las manos atadas. Su rostro desfigurado por los golpes, los zapatos con tacones destruidos y el cadáver envuelto en una bandera mexicana. Casos en los que la violencia se convierte en un acto comunicativo y la tortura en una gramática terrorífica.

Legislación "progres", la otra cara

También existe otro México, que cuenta con uno de las más avanzadas legislaciones relativas a los derechos LGBTTTI. En la capital del país se han aprobado reformas a las leyes locales que apapachan a la comunidad. En el barrio de la Condesa existe una clínica publica que, entre otros temas, brinda especial atención a las personas transgénero, la Clínica Condesa, que ofrece atención psicológica y tratamiento médico.  "La clínica es definitivamente un paso adelante, pero tengan cuidado," dice Jessica Marjane, activista por los derechos LGBTTTI e investigadora universitaria, "en primer lugar se trata de un centro que acoge a personas trans junto con personas portadoras de VIH. Esto genera un estigma social contra el cual necesitamos luchar. Y, muchas personas trans se han quejado del servicio, que han sentido como poco humano, pero no teniendo la posibilidad de recurrir al privado ... ".

Los problemas que enfrentan las personas trans en América Latina son varios. Baste decir que la OEA (Organización de Estados Americanos) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informan que el 80% de las mujeres trans asesinadas son menores de 35 años. Por otra parte, la OEA establece que las personas trans son las que se encaran a la forma más dura de discriminación en el empleo. La apariencia, el documento de identidad que no cumple con esta última a menudo conducen a la agresión y a la discriminación en el lugar de trabajo. Las opciones de supervivencia se reducen considerablemente. Lo que la comunidad LGBTTTI pide es dignificar todos los puestos de trabajo y aumentar la seguridad social para crear una sociedad con más oportunidades profesionales.

Dania Gutiérrez, chica trans,  estudió bioingeniería y desde 2006 trabaja como investigadora en el Cinvestav (Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional) de Monterrey. "La mía es una historia 'sui géneris', sobre todo aquí en México. Mi transición ha tenido lugar mientras que ya estaba trabajando acá en Monterrey. Tengo que decir que mis colegas fueron un apoyo y no un obstáculo. Mis colegas mujeres me han celebrado con un dulce, con los hombres, en particular los de la generación anterior a la mía, fue un poco más difícil, hubo cierta resistencia, pero he tenido paciencia y el ambiente laboral hoy en día es muy tranquilo. Soy consciente de que, probablemente, la academia es un mundo privilegiado, las personas tienen la mente más abierta, al contrario de la mayoría de la población. No debemos olvidarnos que aquí, en el estado de Nuevo León, el índice de discriminación hacia las personas trans es el más alto del país ".

A pesar de la historia positiva de Dania, el sur del continente es un lugar hostil para las personas trans. Pero, la situación parece ser muy complicada para todo el globo. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), punto de referencia para los médicos y psicólogos de todo el mundo, la transexualidad se conoce como una "disforia de género". Ya es un paso adelante en comparación con la definición anterior de "trastorno de identidad de género". Hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) está considerando la posibilidad de eliminar la transexualidad de la lista de trastornos psicológicos.

"En 2005, el presidente de México, Vicente Fox decretó que el primer domingo de cada mes de marzo se celebre el Día de la Familia. En el decreto no se especifica qué tipología de familia, pero la mayoría ha dado por sentado que era la heterosexual", dice Jessica. "En septiembre pasado, el Frente Nacional por la Familia convocó una marcha por las calles de la capital para protestar en contra de la llamada Ley Razu, que legaliza el matrimonio igualitario en la capital. Entonces, surge espontáneamente una pregunta "¿Qué queremos decir cuando hablamos de familia?". Con demasiada frecuencia en el caso de las personas trans el espacio familiar no es un lugar libre de violencia, de hecho, muchas veces se ven obligados a huir de ella con el fin de encontrar un refugio seguro en otra parte", concluye Jessica.

Una temática que sobrepasa la cuestión de género para meter en discusión la organización existencial de todas las personas, y es un punto dramáticamente urgente de la modernidad líquida en la que vivimos. Salir de la lógica dominante del individualismo es el reto fundamental de nuestro tiempo, probablemente el único que permitiría un verdadero cambio de paradigma. Quizás el partido de Las Gardenias tal vez todavía no se ha ganado, pero sin duda la lección más importante es aprender a trabajar en equipo.

Con información de La Silla Rota

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