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Iglesia no calló, “las cosas no sucedieron así”: Obispo a Solalinde

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El obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño. dijo que sus acusaciones son graves y sólo confunden y agravian a las Iglesias

Córdoba, Ver.- La presunta complicidad perversa de la iglesia católica de Veracruz con los gobernantes de sexenios anteriores y las bandas criminales, son únicamente juicios temerarios y sin sustento del padre Alejandro Solalinde, aseguró el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal.

Al mediodía de este viernes, el representante de la Iglesia Católica en Córdoba respondió a las acusaciones que el sacerdote hizo en la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana (UV) en Xalapa, donde participó en el "Segundo Foro de Ética y Derechos Humanos" y lo exhortó a rectificar sus acusaciones.

“Estas declaraciones sin condena no tienen sustento, son bastantemente graves y genéricas que confunden y agravan a las Iglesias locales, parecen un juicio sumario para condenar mediáticamente, se dan por un hecho situaciones que no sucedieron o al menos no como el Padre Solalinde las narra", aclaró.

En conferencia de prensa en las instalaciones del Asilo de Ancianos Emaús, Patiño Leal aclaró que su intención no es generar polémica sino dar a conocer la verdad de los juicios del defensor de los derechos humanos de los migrantes, a quien reconoció por su labor y felicitó.

“En lo que no coincido con el padre Solalinde es en su postura un tanto maniquea o simplista, según la cual sólo los que trabajan en su estilo son valiosos, mientras que el resto queda anulado o despreciado, como si solo unos fueran los buenos y valientes mientras los demás serían los malos, mediocres, además de cobardes e incluso cómplices”, dijo.

Patiño Leal recordó que el 21 de junio de 2011 se reunieron los ocho Obispos de Veracruz con el párroco y en ella reflexionaron sobre las ayudas que daban los albergues de migrantes y compartieron su propia experiencia.

“Yo no recuerdo que hubiera algún reclamo de su parte, fue un compartir solidario tanto para los migrantes como para su persona que entonces había sufrido amenazas, él mismo pidió no hacer público su encuentro con ellos. Comenté que desde mi llegada me contaron de una leyenda de los gatilleros que entre los años 80 y 90, Tomás y Gargallo, se les atribuían muchos asesinatos, acumulando los cuerpos en norias o en pozos de agua, a lo mejor eso lo mal interpretó”, agregó.

Insistió en que él y ningún otro obispo tienen información alguna de algún lugar concreto donde se oculten cuerpos de personas asesinadas.

“Considero que el padre debe reflexionar y rectificar sus acusaciones, los Obispos no sabíamos ni sabemos sobre localización de fosas, por lo tanto no solapamos a nadie, muchos menos aceptamos favores de los gobernantes”, abundó.

Sin embargo, recordó que él sí arrepentido conocer al menos un lugar y aún no ha denunciado su ubicación.

El Obispo invitó a Solalinde que mejor se sume a la lucha desde todos los frentes contra el mal, la violencia y la corrupción, así como a denunciar todo aquello que vaya en contra del proyecto de Dios.

Además desmintió que haya celebrado sacramentos festivos de los familiares de los tres gobernadores anteriores e incluso solo ha recibió una sola vez en la Casa Episcopal al ex gobernador Javier Duarte para tratar temas sobre proyectos hidroeléctricos.

“Nos conmocionan por la crudeza y horror de lesa humanidad, así como de los mecanismos corruptos que los hayan hechos posibles, nos anima y consuela que algunas familias sigan adelante con la esperanza en encontrar a sus seres queridos, no hay tiempo para descartes, hagamos a un lado lo que confronta innecesariamente y nos hace perder tan valioso tiempo y energía”.

Insistió en su invitación hacia el padre a su sumar, a clarificar sus ideas y orar unos por otros.

No obstante dijo no tener miedo a que algo le pueda ocurrir pues “mi vida está en las manos de Dios y descarto que afecte mi vida pastoral”.

Avc

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