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Conceptos de igualdad, inclusión y Estado laico, en riesgo de desaparecer

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“Nunca habíamos estado tan cerca de perder estas palabras clave”, expuso la periodista y activista social Katia D´Artigues Beauregard

Katia D´Artigues Beauregard, columnista del periódico El Universal, puntualizó que la igualdad, inclusión y el Estado laico, son dos palabras y un concepto clave incluidos en las leyes mexicanas que corren el riesgo de desaparecer, a no ser que la población e integrantes de todos los sectores sociales levanten la voz y exijan al gobierno el cumplimiento de los derechos humanos.

“Nunca habíamos estado tan cerca de perder estas palabras clave”, advirtió en el Foro Académico “Igualdad, inclusión y Estado laico”, convocado por la Universidad Veracruzana (UV) ─a través de las coordinaciones de la Unidad de Género y de Asuntos Estudiantiles─ y la Universidad Iberoamericana.

A pesar de que en México es difícil quejarse, resulta necesario tener una voz crítica y aumentar nuestra capacidad de escándalo y obligar al gobierno a solucionar estas problemáticas, expuso la también activista, fundadora de “Comunicación para la Inclusión”, asociación civil.

La autora del libro El gabinetazo, reflexionó en torno a la discapacidad, tema por el cual ha luchado e impulsado políticas públicas para garantizar la inclusión y respeto por este sector, a raíz del nacimiento –en 2006– de su hijo con síndrome de Down.

Asimismo, hizo hincapié en la lucha contra la no discriminación y en la labor por concienciar a adultos y niños. “Todos somos diferentes y eso es lo que nos hace iguales en cuanto a derechos”, afirmó en presencia de estudiantes, académicos, investigadores, autoridades universitarias y público en general.

También señaló que somos una sociedad diversa y para hablar de igualdad, diversidad e inclusión, debemos relacionarnos con personas que externen ideas contrarias a las nuestras. “Muchas veces no logramos hablar con el opuesto para llegar a la unidad, la cual se da en torno a ideas y liderazgo”.

Como periodista y observadora de la realidad nacional, lamentó que cotidianamente y en pleno siglo XXI, todos nos enfrentemos a actitudes intencionadas de exclusión. Uno de tantos casos lo vivió ella de forma directa cuando una conocida le insinuó enviar a su hijo a un lugar especial sólo para niños con síndrome de Down.

“Nos estamos quedando muy callados ante los temas de discriminación y exclusión”, reiteró.

Durante el desarrollo de su charla, la ex diputada constituyente de la Ciudad de México e invitada permanente a la Asamblea del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), aseveró que el lenguaje determina nuestra manera de ver el mundo, por lo que es importante decir las palabras exactas cuando hablamos de diversidad, pues solemos anteponer la característica de una persona, como en el caso de: “mi amiga la lesbiana”, “el minusválido o inválido” o “persona con capacidades diferentes”. Las características de las personas deben ser secundarias, dijo.

Con relación al uso de las redes sociales, aseguró que sólo seguimos a las personas con las que tenemos cosas en común, por lo que llamó a escuchar a personas con las que no estamos de acuerdo, de lo contrario reduciremos nuestro mundo y dejaremos de ver otras grandes partes.

Tenemos que reaccionar en todo el mundo, dijo, y lograr que el camino de la no discriminación nunca se vuelva a dar, aunque suene como una utopía se vale soñar con una sociedad plenamente igualitaria e incluyente “y daré la batalla por ello”.

Prepararnos para la discapacidad

Si incluimos a las personas con discapacidad en los trabajos y en el desarrollo del país, aumentaríamos hipotéticamente el nueve por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), expresó Katia D´Artigues.

Esto en respuesta a una pregunta expresada por una de las asistentes al foro, quien externó su preocupación ante las escasas oportunidades que tienen las personas con discapacidad intelectual a recibir educación media superior y superior.

La ponente sostuvo que éste es un tema preocupante porque tal parece que en la escuela los preparan para el vacío.

“Se enfrentan al enorme vacío después de que ya estudiaron primaria, secundaria o preparatoria con muchísimos apoyos y contra el sistema.”

Dio a conocer que en México muy pocas universidades, sobre todo particulares, cuentan con programas enfocados a personas con discapacidad.

Mencionó a la Universidad Tecnológica Santa Catarina, situada en el estado de Nuevo León, que además de ser pública maneja programas de este tipo, aunque falta por incluir el de discapacidad intelectual.

También existe una pequeña red de universidades incluyentes, y la idea es que las instituciones de educación superior (IES) adopten programas para la vida.

Por ello, exhortó a concienciar a las autoridades educativas, porque las personas con discapacidad intelectual bien podrían realizar un trabajo de forma digna e independiente.

“En este país tenemos una gran deuda con los jóvenes y adultos con discapacidad, a nivel universitario aún estamos a tiempo de formar nuevas generaciones.”

Comentó que incluirlos en el desarrollo del país es algo que a todos nos conviene porque los seres humanos vamos hacia el rumbo de la discapacidad.

En este sentido, refirió que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que todos tendremos algún tipo de limitación en los últimos siete u ocho años de nuestras vidas, toda vez que ahora vivimos más años.

No queda más solución que preparar una sociedad incluyente ahora, o después saldrá más caro, resaltó.

El Foro Académico “Igualdad, inclusión y Estado laico” se realizó el lunes 20 de febrero en el Museo de Antropología de Xalapa.

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