Veracruz, Ver.- Tras 14 años, el incendio y las explosiones del Mercado Hidalgo no se olvidan para quienes tuvieron que vivir aquel momento en el que se perdieron decenas de vidas por lo que ahora piden encarecidamente que cese la venta de pirotecnia para evitar un desastre similar.

María Elida Oropeza Lara, locataria del mercado, resiente la diabetes que asegura le dio a raíz del último día del año del 2002 cuando quedó paralizada en su local sin poder moverse mientras escuchaba a todos correr y las explosiones de la pólvora a unos cuantos metros.

Después de lo vivido, para ella la venta de “cuetes” es una amenaza constante a la vida, un peligro inminente de que alguna desgracia podría suceder.

“Está muy malo, muy malo, está prohibido, está prohibido pero la gente no entiende, la gente no entiende, ya ve ahorita lo que pasó en México, cuantos no se han incendiado en México, varios este año, pero no entendemos vaya, que eso es un peligro grande para nuestros hijos y para nosotros mismos”, afirmó.

“Que no se dediquen a eso, que mejor se dediquen a otra cosa, porque desgraciadamente perdieron, esos compañeros que están vendiendo perdieron a sus padres, a sus madres, a sus hermanos o a su familia”, añadió.

Antes de la misa que se celebra, como cada año, afuera del mercado para conmemorar a los muertos en ese incidente, María Elida recuerda que aquella tarde del 31 de diciembre estaba cerrando el local de antojitos que tiene, cuando escuchó la primera explosión y su sobrina le dijo que debían irse.

Sin embargo, las explosiones siguieron en serie “como metralleta”, cuenta, mientras las personas corrían de un lado hacia el otro intentando ingresar al mercado o salir de él. Ella ya no pudo moverse. Fue hasta que ingresó su yerno a rescatarla y llevarla en brazos que pudo salir del lugar. Muchos no tuvieron la misma suerte.

“Fueron varios compañeros de aquí adentro que estaban atendiendo afuera, mucha gente que conocía, quedaron allá afuera”, lamentó con lágrimas a punto de brotar.

Avc