Xalapa,Ver.- La primera promesa de un centro de servicios médicos para Soledad Atzompa se recibió en 2009.

En junio de ese año, el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, puso la primera piedra de la Unidad de Atención Ambulatoria, sería de primer nivel, tendría área paramédica, tocirugía, cirugía, hospitalización, consulta externa y hasta plazoleta para eventos.

La obra que prometió e informó en su VI Informe de Gobierno estaría lista en 300 días (Alrededor de diez meses).

La inversión total, dijo Herrera Beltrán, frente a los habitantes, sería de 50 millones de pesos, de los cuales 11.5 se invertirían en la primera etapa.

Tres años después en 2012, en la obra se habían invertido apenas un millón y medio, y un dictamen de Protección Civil les advirtió que la obra tendría que ser reubicada, porque el sitio elegido por gobierno estatal estaba en zona de alto riesgo, y la obra presentaría cuarteaduras.

Gobierno anunció que no podría comprar otro terreno, entonces los pobladores se organizaron y pusieron cada uno 500 pesos. La obra era de primera necesidad.

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Para el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, la obra se presupuestó en 80 millones de pesos, pero seis años después apenas se habían invertido 14 millones de pesos y la obra tiene una avance del diez por ciento.

En las mantas con fotografías que taparon las avenidas Xalapa y Ruiz Cortines por más de 24 horas este martes y miércoles, se muestra la obra. Un terraplén con algunos castillos levantados.

Nos dicen “pueblo pendinche”, pero solo exigimos nuestros derechos

José Antonio Hernández, integrante del patronato de obra, dice que la gente de este municipio donde el 90 por ciento vive en pobreza –según cifras del Coneval-,  está lastimada y ofendida.

Muchos en el pueblo tienen familiares que han fallecido por enfermedades que son curables: “Se quedan en el camino, muchas embarazadas dan a luz, otra mueren porque no llegan al hospital”. 

Reitera que la obra es prioritaria, y no solo para Soledad Atzompa, sino para otros municipios con alta marginación, y cuyos centros de salud están en malas condiciones, “ahí no hay ni pastillas para la gripa”.

Este no es el primer bloqueo, solo entre 2015 y 2016, se contabilizan seis, en todos se firman minutas, les hacen promesa, pero nada pasa.

Antonio dice que en cada manifestación o mesa de trabajo, les dicen “ahí viene el pueblo pendinche”, pero ellos solo exigen lo justo, su derecho.

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Una de las reuniones más importantes fue el 3 de noviembre del 2015, hasta Atzompa llegó el ahora gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, lo acompañaban el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González, y el secretario de Salud, Fernando Benítez Obeso.

Ahí les prometieron reactivar las obras, ya que “La prioridad es cumplir”, afirmó Flavino en uno de los videos que se pueden observar de la reunión (https://www.youtube.com/watch?v=KcyXFFIJCUc)

Ahí Benítez Obeso ofrece que el hospital también tendrá rayos x y en 11 meses, podrán estar inaugurando.

Pero una vez más las promesas no fueron cumplidas, y en abril del 2016 anunciaron un megamarcha a la Ciudad de México. Caminaron cuatro kilómetros por la autopista México-Veracruz y entablaron otra mesa de negociación. La promesa fue la liberación de 135 millones de pesos de forma inmediata.

“Quien sabe cuánto dinero se han llevado las empresas y nunca han terminado, ¿Cuándo se va a ver la obra terminada?, nos preguntamos todos”, se cuestiona Antonio.

Creen que porque somos indígenas, no vamos a exigir lo que nos corresponde

No vamos a permitir que nos sigan engañando “y le he dicho al Secretario de Finanzas ¿Cree que porque nos ve humildes, porque somos indígenas, cree que no vamos  a exigir algo que nos corresponde? -Se equivoca.

Esta es la sentencia de Armando, integrante del patronato de construcción del camino desviación a Tepaxapa, promesa desde hace varios años sin concluir.

Con coraje recuerda la última reunión, fue el 3 de noviembre en el Palacio Municipal de Soledad Atzompa, ahí Ruiz González prometió el reinicio inmediato de la obra.

Levantaron la carpeta asfáltica de ocho kilómetros y dos días después, la maquinaria se fue del lugar.

Avc