• Seguridad

Marina: cateos ilegales y detenciones arbitrarias en Veracruz

  • e-consulta Veracruz
Tras una investigación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) los abusos fueron documentados.

Paris Alejandro Salazar

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- La madrugada del 29 de noviembre de 2012, unos 25 elementos de la Secretaría de Marina y de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, ingresaron a un domicilio en el municipio de Coatzacoalcos, sin orden de cateo ni consentimiento de sus moradores. Las fuerzas de seguridad cometieron excesos en el lugar: cateo ilegal, detenciones arbitrarias y retención de personas.

Tras una investigación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) los abusos fueron documentados. Por seguridad y temor a represalias no se utiliza el nombre real de las víctimas.

Crónica del dolor

Los marinos y los policías estatales derribaron la puerta e ingresaron a la casa preguntando por “Giovany” y por “Jéssica”, a un hombre que despertó tras los ruidos lo tiraron al suelo para patearlo.

Minutos después sacaron a una Susana del inmueble y la subieron a una de las camionetas; del domicilio sustrajeron electrónicos y dinero en efectivo.

Un familiar la encontró detenida el 30 de noviembre en la Unidad Mixta de Atención al Narcomenudeo (UMAN).

Susana declaró que “a las 05:30 horas del 29 de noviembre de 2012, elementos de la Secretaría de Marina vestidos con uniformes militares de color gris, que traían cubierto el rostro con capuchas negras, casco y portando armas largas ingresaron a su domicilio cuando se encontraba durmiendo, la sustrajeron de ahí, sin mostrarle ninguna orden de aprehensión”.

Al momento en que la sacaron de su casa, la sometieron de los brazos y la sujetaron por los cabellos, la amenazaron con matarla, indicándole que confesara donde tenía la droga, mientras le apuntaban en la frente con un arma. La mujer indicó que le cubrieron el rostro con su propia blusa, y segundo antes de esta acción logró ver que su bebé lo tenían los marinos sentado en el suelo.

Dentro de la camioneta a Susana le colocaron esposas, le pusieron una venda blanca con cinta canela en los ojos, los marinos le preguntaban dónde estaba la droga, ya que ahí traían a una persona que la señalaba como vendedora de droga.

La trasladaron a un cuarto pequeño, donde le siguieron pegando, la insultaron y amenazaron, incluso le trataron de introducir en el ano un objeto con forma de palo, lo que no hicieron por estar muy grueso.

Hay cuatro testigos que presenciaron como Susana fue sacada de su domicilio y que fueron sustraídos objetos de valor.

Horas antes, Daniela mujer también fue retenida por elementos de la marina. A 21:30 horas del 28 de noviembre de 2012, cuando se encontraba en una reunión a la que fue invitada en la casa de un amigo, ingresaron aproximadamente 10 elementos de la Secretaría de Marina, quienes iban con armas largas y encapuchados ordenándole que saliera del lugar y que se tapara la cara con la blusa que llevaba puesta. Una vez fuera del lugar la golpearon y la subieron a una camioneta trasladándola a un cuarto pequeño, donde le vendaron los ojos, le pegaron, insultaron y le ponían una chicharra en el oído y en diferentes partes de su cuerpo.

Por la madrugada Daniela sintió que llegó una mujer a la pequeña habitación, era Susana. Por la mañana les ordenaron que se bañaran, uno de los elementos de la marina siguió tocando a Daniela en el busto, y al quejarse por esta acción la golpeó en el rostro y le ordenó que se bajara el pantalón.

Juan Carlos corrió una suerte similar. El 27 de noviembre de 2012 fue “levantado”, su familia acudió a diversas corporaciones y dependencias sin localizarlo, se presentó una denuncia ante el Ministerio Público. El 30 de noviembre de 2012 fue localizado en las instalaciones de la agencia del Ministerio Público de la UMAN.

Las autoridades aseguraron que Susana, Daniela y Juan Carlos fueron detenidos el 29 de noviembre de 2012 a las 19:40 horas, a quienes les aseguraron armas y drogas.

El 15 de febrero de 2015 fue liberado Juan Carlos, y el del 12 de noviembre de 2014 se absolvió a Susana y Daniel de los delitos delincuencia organizada, posesión simple de droga y portación de arma.

Pruebas del montaje

Los familiares de los detenidos presentaron una queja ante la CNDH, la cual comenzó una investigación, que fue exhibiendo las arbitrariedades y los abusos de los elementos de la Marina.

Una especialista médico de la CNDH, sobre las lesiones de Susana que concluyó presentaba múltiples excoriaciones y equimosis de los momentos posteriores a la detención, tenía equimosis de muslo izquierdo fueron provocadas de manera innecesaria para su sometimiento. Daniela también presentó lesiones “provocadas de manera innecesaria para su detención”. Las dos presentaron “síntomas significativos de ansiedad y depresión”.

En el caso de Juan Carlos el especialista del Organismo Nacional encontró tenía “lesiones traumáticas contemporáneas a su detención, que desde el punto de vista médico forense existen elementos técnico médicos que se encuentran relacionados con un alegato de malos tratos, penas crueles, inhumanos y/o degradantes”.

En el oficio PGJ/SAIDH/CDH/148/2014-IV, del 11 abril de 2014 se remitió una copia de una inspección ocular practicada por peritos de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz, en el domicilio en el que fue detenida Susana -diligencia que se realizó el 30 de noviembre de 2012-  determinando “que dos puertas estaban dobladas y abolladas, dictaminando daños en el domicilio por la cantidad de seiscientos cincuenta pesos”.

Sobre la incursión de los marinos en su casa, Judith sobrina de Susana declaró que “se encontraba durmiendo y escuchó ruidos por lo que se despertó y un elemento encapuchado le punzaba en la cadera con la punta de un arma larga (…) vio como sacaron a su tía de la habitación, que le jalaron el cabello y la patearon en la espalda, al tiempo que también le decían palabras altisonantes a su tía”.

“La irrupción se realizó de manera violenta causando un impacto no sólo respecto de los bienes muebles e inmuebles, sino también de las personas que estaban dentro de los domicilios a los que ingresaron los elementos de la Secretaría de Marina, golpeándolas y amenazándolas”, encontró la CNDH de la revisión de los documentos ministeriales.

Los marinos que realizaron el cateo y las detenciones al interior de los domicilios de Susana y de sus familiares, nunca exhibieron ninguna orden autorizada previamente por un juez ni señalaron las razones por las que estaban realizando tal diligencia.

De acuerdo con la Secretaría de Marina Susana, Daniela y Juan Carlos fueron detenidos a las 19:40 horas del 29 de noviembre de 2012 cuando se encontraban en una banqueta, junto con otras personas que estaban al interior de un vehículo estacionado en una calle Las Jirafas de Coatzacoalcos.

Lo mencionado por los elementos de la Marina sobre la detención de Susana se realizó en un lugar y en circunstancias diferentes a las del cateo ilegal que ella y sus familiares mencionaron. Además Lesly, hermana de Susana, a las 18:41 horas de ese 29 de noviembre denunció en el Ministerio Público.

Se detectó que los marino también ingresaron sin permiso alguno y con violencia al domicilio donde Daniela se encontraba con unos amigos. Tampoco fue detenida en la calle Las Jirafas como señaló la Secretaría de Marina.

“Esta Comisión Nacional llega a la convicción de que los elementos de las Secretaría de Marina realizaron cateos ilegales para lograr la detención de V1 (Daniela) y V2 (Susana), actuando en forma arbitraria e irregular, violando el principio de legalidad y el derecho a la privacidad señalado en el artículo 16 constitucional y en los diferentes tratados internacionales de derechos humanos ratificados por México”.

Susana, Daniela y Juan Carlos no fueron detenidos “en virtud de una orden judicial o en flagrancia, ni puestas a disposición de la autoridad competente sin demora, ni se respetaron sus derechos humanos, particularmente aquéllos que les asisten como personas detenidas”.

La CNDH concluyó que existen “elementos suficientes de convicción que acreditan que servidores públicos de la Secretaría de Marina vulneraron los derechos humanos a la seguridad jurídica, legalidad y privacidad de V1 (Susana) y V2 (Daniela), a la libertad e integridad personal de V1, V2, y V3 (Juan Carlos), y al acceso a una vida libre de violencia de V1 y V2”

En la Recomendación 30/2016 la CNDH pidió a la Secretaría de Marina que “se tomen las medidas necesarias para reparar los daños ocasionados a las víctimas, en los términos indicados en la Ley General de Víctimas”.

Además colaborar con la CNDH en la presentación y seguimiento de la denuncia de hechos ante la Procuraduría General de la República “para que en el ámbito de su competencia se inicie la investigación que en derecho corresponda”.

Con información de La Silla Rota