- Congreso
El día en que la casa de las leyes pasó a ser casa de la risa
No. No era Prometeo castigado por Zeus y encadenado por robar el fuego y dárselo a los humanos.
Eran las diputadas panistas Ana Cristina Ledezma López y María del Carmen Pontón Villa, encadenadas por su propia voluntad a la tribuna del Congreso del Estado, en repudio a la propuesta de basificar a miles de burócratas.
Hoy, los priistas se volvieron a imponer luego de una racha de varios infortunios donde debieron bajar, congelar y olvidarse de algunas iniciativas del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
La casa de las leyes en Veracruz, se convirtió en la casa de la risa, donde uno que otro hizo su espectáculo mientras otros reían. Y varios más, los veían con cara de asombro.
Minutos antes de las 11:00 horas, que estaba programada la décima sesión ordinaria, el salón de plenos estaba completamente abarrotado de supuestos burócratas, que llegaron desde las 08:00 horas y comieron tortas de huevo con chorizo y pastor con queso, acompañadas de una botella de jugo.
Los supuestos trabajadores gritaban a todo pulmón, pues los panistas llegaron hasta la tribuna, donde las dos diputadas de esa bancada se encadenaron, mientras el resto de los legisladores de oposición desplegó una lona de gran tamaño, cuya leyenda hacía alusión a quién debían obedecer los diputados.
Los ánimos estaban encendidos. Las diputadas, con rapidez, empezaban a cruzarse cadenas entre sus cuerpos, poniendo uno, dos, tres candados entre los micrófonos y ellas, con grupos de “fuera, fuera, fuera”, de los asistentes.
“Fuera panistas, fuera panistas”, gritaban una y otra vez, mientras el son jarocho sonaba fuerte en el recinto.
“Yo bajo a esas perras. Son tan perras que solitas se encadenan”, se escuchó fuerte en la sala.
Unos minutos después, los salvadores de la burocracia veracruzana, los priistas, entraron por el acceso principal al recinto.
Partiendo plaza, ovacionados, uno a uno llegaron encabezados por Juan Nicolás Callejas Arroyo, Gabriela Arango Gibb, Juan Manuel Velázquez Yunes, Alfredo Gándara Andrade, Adolfo Ramírez Arana, Octavia Ortega Arteaga, Francisco Garrido Sánchez, Gustavo Gudiño Corro, Gerardo Fuentes Flores.
Además Raúl Zarrabal Ferat, Mariela Tovar Lorenzo, Antonio Baxzi Mata, Minerva Salcedo Baca, y el ex rebelde José Ramón Gutiérrez de Velasco Hoyos, entre porras y gritos de “sí se puede”.
Nunca una lucha de titanes fue tan encarnizada como la que se protagonizó desde el Congreso, donde la falange priista, venció a sus adversarios.
La presidenta de la mesa directiva, Octavia Ortega pidió a la diputada secretaria Ana Ledezma, y al vicepresidente, Cuauhtémoc Pola, ocupar su lugar en la mesa directiva, para iniciar la sesión.
Al no haber respuesta: una encadenada y el otro sosteniendo una manta de protesta, Octavia Ortega anunció que elegirían a sus remplazos: Gabriela Arango Gibb y Marcela Aguilera, tomaron sus lugares.
En conferencia de prensa previo al inicio de la sesión legislativa, el bloque de oposición conformado por Acción Nacional, de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano y del Trabajo se pronunció en contra de la iniciativa de basificación de Javier Duarte de Ochoa: “no se trata de beneficiar a los trabajadores, sino de empantanar a Veracruz”.
Ante la ocupación del área destinada a la mesa directiva y la participación de los diputados en tribuna, la mayoría priísta improvisó una mesa directiva y un podio alterno dentro del propio recinto legislativo, desde donde se desahogó la sesión legislativa, atestiguada por trabajadores del estado –de seis sindicatos- que fueron convocados desde las 08:30 horas del día.
Como guaruras, Bringas, Garrido, Gudiño, Robles Castellanos y Chiunti, se colocaron atrás de las integrantes de la mesa directiva.
Sin lectura del dictamen ni discusión legislativa, el pleno aprobó las reformas a las leyes Estatal del Servicio Civil y la del Servicio Pública de Carrera en la Administración Pública Centralizada.
En el tablero electrónico quedaron registrados los 29 votos a favor del dictamen, por parte de los diputados de la alianza PRI, PVEM, Nueva Alianza y AVE; uno en contra del diputado Jesús Vázquez González (PVEM) y 3 abstenciones de los diputados Mónica Robles Barajas (PVEM), Francisco Garduza Mazariegos (PVEM) y Ricardo Ahued Bardahuil (PRI).
La presencia de los legisladores que integraron el bloque opositor, presentes en el recinto legislativo, no fue tomada en cuenta en el inicio de la sesión ya que mantenían tomada la tribuna legislativa, y no marcaron su asistencia a la sesión en el momento en que se hizo el pase de lista.
En la justificación de las reformas a las leyes Estatal del Servicio Civil y la del Servicio Pública de Carrera en la Administración Pública Centralizada, se argumentó que serán basificados 7 mil 800 burócratas. Y se expone que se decidió basificarlos porque liquidarlos costaría 1 mil 021 millones de pesos.
Duarte de Ochoa, los diputados del PRI y aliados se impusieron, pero también la realidad hizo lo suyo.
Como un golpe de ironía, en la misma sesión legislativa donde a aprobó la basificacón masiva de trabajadores, se presentó un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Finanzas a pagar de manera oportuna las pensiones de los trabajadores jubilados.
“Veracruz es el único estado del país en donde se da este espectáculo (manifestaciones de pensionados) que cada mes van a mendigar lo que les corresponde, ya basta de transas, ya basta de ladrones”.