JOSÉ GUADERRAMA M.

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- En el pasado proceso electoral para elegir a 12 gobernadores, las casas encuestadoras fallaron en lo general en proyectar los resultados finales para aquellos estados más competidos.

Chihuahua, Quintana Roo, Tamaulipas, Aguascalientes y Durango fueron un enigma para la mayoría. Por el contrario, entidades como Hidalgo, Oaxaca, Sinaloa, Puebla y Zacatecas, donde era previsible la ventaja del ganador, fueron en las que hubo aciertos. Caso particular es el de Veracruz, en donde prácticamente todas las encuestas (salvo dos de 11 que se realizaron) dieron como ganador a Miguel Ángel Yunes Linares.

Todas las encuestadoras fallaron en pronosticar al ganador de la gubernatura de Aguascalientes Martín Orozco, del PAN. Salvo un primer ejercicio estadístico de El Financiero en abril que daba como ganador al PAN 45% contra 43% del PRI y su coalición, y que en mayo dio 41% para el PAN y 47% para el PRI, con Lorena Martínez. Otras como las de El Universal y María de las Heras (ambos con dos levantes en abril y mayo), erraron el resultado.

El error que más resalta ocurrió en Chihuahua, donde se previó que ganaría el candidato del PRI, Enrique Serrano, y que el panista Javier Corral perdería.  En abril encuestas preveían que el tricolor ganaría con 20 puntos porcentuales más, pero no sucedió así. El senador panista con licencia se impuso a Serrano con 100 mil votos más, 39% contra 31%.

Parametría fue la única empresa que a fines de mayo dio por ganador a José Rosas Aispuro, de la alianza PAN-PRD en Durango, aunque con un margen muy estrecho de 43% contra 42% del PRI. Un vez más, todas las encuestas restantes fallaron. Rosas Aispuro se impuso 46% a 42% al candidato del PRI.

En cuanto a Hidalgo, donde era previsible un triunfo del candidato priísta Omar Fayad, las encuestas sobredimensionaron: se le daba una ventaja de casi 35% sobre Francisco Javier Berganza del PAN. Los resultados oficiales del PREP consignaron una ventaja de 12%.

Oaxaca fue quizás el estado en el que la estadística mejor funcionó. Todas las encuestas daban como ganador a Alejandro Murat, del PRI, y además muy cerca de los resultados oficiales.

La popularidad de Tony Gali en Puebla aclaró el panorama para las encuestadoras: todas lo dieron como ganador. Las proyecciones también se acercaron a los resultados finales, de 45% a favor del candidato panista.

Quintana Roo también fue un enigma para las empresas de encuestas: todas dieron como ganador al priísta Mauricio Góngora con porcentajes de entre 47 y 48% sobre Carlos Joaquín González, de la alianza PAN-PRD. Triunfó el último con 45% de los votos frente a 35% de su competidor del PRI.

En Sinaloa, otra entidad en la que el resultado era previsible, las encuestadoras acertaron en el ganador: Quirino Ordaz, del PRI, aunque se minimizó la fortaleza de Movimiento Ciudadano en la entidad, al dar al PAN como segunda fuerza.

Seis encuestas se realizaron en Tlaxcala, dos de abril dieron a Adriana Dávila del PAN como ganadora; dos más de mayo a Marco Antonio Mena (PRI), y tres a Lorena Cuellar (PRD), todas por muy poco margen de votos. Ganó el candidato del PRI  con 33% de los votos.

En Tamaulipas, donde se realizaron tres encuestas, dos de María de las Heras dieron al PRI como ganador, y sólo una de Consulta Mitofsky a al panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien finalmente se impuso.

Un fenómeno particular se dio en Veracruz: en abril las encuestas mostraban una elección muy cerrada, dando como ganador a Miguel Ángel Yunes Linares, y a fines de mayo El Universal publicó una en la que Cuitláhuac García aventajaba a los candidatos del PAN y PRI con 32% de la intención del voto. Ganó Yunes Linares con 34% de los sufragios.

Zacatecas fue otro de los casos, previsibles, en los que las encuestadoras acertaron. Alejandro Tello (PRI) ganó la elección para gobernador sin problemas, con 37% de los votos frente a 28% del hermano de Ricardo Monreal, David, candidato de Morena.

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