- Xalapa
"Queremos saber donde están los desaparecidos", es el reclamo
Xalapa, Ver. Mientras camina por la calle Juan de la Luz Enríquez, acompañado de dos chicas, Carmelo Cornejo García reparte volantes a todo aquel que se encuentra en el camino.
En el papel a blanco y negro está la imagen que desde principio de semana ha invadido los medios y las redes sociales. Su prima Susana Tapia Garibo, de 16 años, se cuenta entre los cinco jóvenes desaparecidos tras ser retenidos por elementos de la Policía Estatal en Tierra Blanca, la tarde del lunes.
Carmelo volantea mientras decenas de amigos y familiares hacen un viaje desde Playa Vicente a esta capital, donde se pretende realizar un plantón en las primeras horas del viernes para exigir que los jóvenes aparezcan con vida.
“No queremos otro Ayotzinapa, no es justo. Vivos los queremos”, refiere Carmelo, quien asegura categórico que no habia razones para que su prima y cuatro jovenes: José Benítez de la O, Marco Arturo Orozco Sánchez de 27, Alfredo González Díaz de 25 y Bernardo Benítez Arroniz de 25, desaparecieran.
“Todos somos unos jóvenes que queremos vivir la vida y comernos al mundo. Salir a disfrutar, pero desde ahí no sabemos de ellos”, detalla.
Con un buen número de volantes en la mano, en el que se lee en letras grandes ¡Ayuda a localizarlos!, el familiar de la jovencita reitera lo que ya se sabe: que los elementos de la Policía Estatal los retuvieron en Tierra Blanca, a tres horas de Playa Vicente, y posteriormente no se supo de ellos.
Afirmó que por redes sociales, mucha gente se ha unido a la exigencia del esclarecimiento de los hechos y la aparición con vida de los chicos; sin embargo, en las calles no se ha tenido tanto éxito:
“Aquí mucha gente piensa que les estás vendiendo o se los estás dando para que te den algún dinero. Se los estamos dando para que ayuden”.
A pregunta expresa, refiere que vivir sin saber de un familiar es angustiante:
“El hecho de que te inviten a salir pues no tiene nada que ver con que te vayan a pasar estas cosas. Nunca nos imaginamos esto”.
Y su sentencia es clara: “queremos que nos digan dónde están”.