María de los Ángeles Martínez Cosío, César Augusto Mejía Gracia y José Vicente Díaz Martínez, académicos de la Universidad Veracruzana (UV), obtuvieron las certificaciones EC0076 “Evaluación de la competencia de candidatos con base en estándares de competencia” y EC0249 “Proporcionar servicios de consultoría en general”, otorgadas por el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (Conocer), como parte de la estrategia del Programa de Emprendimiento de esta casa de estudios.

La entrega de los reconocimientos fue el 7 de diciembre en el auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA), con la presencia de Liliana Betancourt Trevedhan y Rebeca Hernández Arámburo, directoras generales del Área Académica Económico-Administrativa y de Vinculación, respectivamente, así como de los directores de las facultades de Ciencias Agrícolas y de Contaduría y Administración, Andrés Rivera Fernández y Patricia Arieta Melgarejo.

“Desde hace algunos meses, el Sistema Universitario de Mejora Empresarial (SUME) ha propuesto algunos programas para que los estudiantes –a través de los profesores– desarrollen habilidades y actitudes creativas, innovadoras e inventivas”, explicó Patricia Arieta, con el objetivo de que desarrollen productos que les proyecten en el mercado laboral.

El SUME promueve: culturas de emprendimiento y de calidad, fortalecimiento de equipos de trabajo multidisciplinarios, un ambiente que genere un medio propicio para desarrollar negocios que susciten la fortaleza financiera, así como la capacidad para desarrollar un crecimiento sustentable regional.

De la cultura de calidad se desprenden las certificaciones EC0249, que proporciona servicios de consultoría en general, y EC0076, la cual sirve como referente para la evaluación y certificación de las personas que evalúan a los candidatos con base en estándares de competencia.

“Esta preparación permitirá a los profesores desarrollar alternativas de respuesta a diferentes problemas”, afirmó Patricia Arieta.

Por su parte, Liliana Betancourt aseguró que hoy en día es necesario ese agregado de evaluación externa, el cual certifique que los catedráticos –aun cuando poseen formación disciplinar– tienen también la competencia específica para la consultoría en general.

Es una experiencia gratificante que académicos de la UV hayan dedicado tiempo a este proceso certificador sumándolo a su actividad diaria, con la firme convicción de que esto será en beneficio de los estudiantes y de la sociedad en general.

“Para obtener las certificaciones fue necesario invertir muchos meses de esfuerzo y desvelos, ya que todo el trabajo realizado debía adecuarse a las normas; sin embargo, al final fue muy satisfactorio lograrlo”, comentó María de los Ángeles Martínez, catedrática de la Facultad de Ingeniería campus Boca del Río.

Tras compartir que apoyará a los alumnos a emprender un negocio propio, invitó a sus colegas a que se certifiquen, ya que es un logro que vale mucho la pena alcanzar por los grandes beneficios que esto representa para su formación profesional.

En tanto, César Mejía, académico de la Facultad de Contaduría y Administración, declaró: “El proceso de certificación fue laborioso pues se deben cuidar muchos aspectos con respecto a la forma y el fondo; es decir, verificar el contenido del material presentado al brindar consultoría y detallar la forma de presentarlo”.

En su opinión, el catedrático del Área Académica Económico-Administrativa debe implementar los conocimientos en el área práctica de las organizaciones, ya sea como empresario, directivo, gerente o consultor; esto brinda la oportunidad de conciliar la teoría con la práctica, y con este estándar se tiene una forma metodológica con calidad para llevar a cabo las acciones.

“Más que complicado, la preparación para el proceso de certificación requirió evidenciar las competencias que uno posee, ya que como académico la consultoría es habitual”, dijo José Vicente Díaz, profesor de tiempo completo adscrito al programa educativo Gestión y Dirección de Negocios; fue un proceso riguroso y metódico, ya que son muchos detalles los que la norma establece.

“Mi meta a corto plazo es colaborar para que un buen número de académicos de la UV se certifiquen en consultoría, ya que estas certificaciones son un medio para acercarse más a la sociedad y ayudar a las organizaciones de distinto tipo a solucionar sus problemas, así como aprovechar oportunidades para que logren sus objetivos”, concluyó.