El caso de la inhumación irregular en una fosa de Tetelcingo, Morelos, del cuerpo del joven Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, será investigado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

La madre Oliver Wenceslao Navarrete Hernández denunció que la Fiscalía del estado sepultó en marzo de 2014 el cuerpo de su hijo, que había sido secuestrado y asesinado.

De acuerdo con la mujer, en 2014 identificaron el cuerpo de su hijo, pero no se lo entregaron con el  argumento de que investigaban a los responsables del secuestro y asesinato.

El cuerpo de Oliver Wenceslao Navarrete Hernández permaneció casi un año en el Servicio Médico Forense Local hasta que lo inhumaron, junto con más de cien cuerpos más, en una fosa de Tetelcingo.

La CNDH dijo que el titular del organismo, Raúl González Pérez, se reunió con familiares de Oliver, con representantes de familiares de víctimas de desaparición.

El ombudsman propuso instalar una mesa de diálogo para revisar el tema, en la cual participarían también la PGR, la UAEM y la Secretaría de Gobernación (Segob).

El organismo defensor de los derechos humanos pidió que se otorguen medidas cautelares que permitan garantizar la vida e integridad física de las señoras María Concepción Hernández Fernández y Amalia Alejandra Hernández Fernández, madre y tía de Oliver.

“Asimismo, que se otorguen medidas cautelares para garantizar la preservación del lugar de los hechos, así comomantener el registro que contenga la identificación de personas que intervengan en la cadena de custodia y de quienes están autorizados para reconocer y manejar los indicios, huellas o vestigios de lo sucedido”, dijo.