Álvaro Ramírez Velasco

Es la asociación del arte y el futbol, que parecería impensable para muchos, pero que desde el pincel y las manos del artista poblano-méxico-estadounidense Betirri se fusionan y encuentran un punto de belleza en comunión: son las 30 piezas que conforman “El hermoso juego hermoso”, que se expone en la galería de Casa Nueve, en San Andrés Cholula.

Luego de recorrer espacios de Brasil, Italia, Nueva York y Houston, Texas –en donde radica– el poblano pisa por primera vez su tierra natal con su obra, la que es presentada por Karakol, asesoría y gestión cultural.

El novel artista, quien a los 15 años dejó Puebla para radicar con su familia en Estados Unidos, describe en entrevista con e-consulta este encuentro entre dos de sus pasiones, el futbol y la pintura: “es toda una cultura, un fenómeno de muchos sentimientos, igual que el arte, muy parecido”.

Uniformes sin cuerpos que danzan tras un balón, en las representaciones de hombres; la belleza del cuerpo femenino en conjunción con el deporte, en el caso de las mujeres; los fanáticos en la explosión de júbilo, son algunas piezas que atraen al espectador y lo conducen “a una forma diferente de ver el futbol”.

La exposición, en el espacio ecléctico y bohemio de Casa Nueve, en San Andrés Cholula –2 Norte 1205 A–, se inauguró el 6 de noviembre y ofrecerá hasta el 28 de noviembre la experiencia que brinda la mirada sensible y la interpretación inspirada que para Betirri es “El hermoso juego hermoso”.

En la muestra, además el artista, generoso, incluyó una pieza que concibe como “transición”, de lo que serán sus futuras exposiciones; un cuadro que ve ahora al futbol desde el dinero y arte, y llama a la reflexión y plantea una interrogante.

The Most Expensive es una pintura en acrílico que reinterpreta el cuadro de Cezanne, Los jugadores de cartas, y que tiene como protagonistas a Cristiano Ronaldo y Gareth Bale.

Los futbolistas son los más caros que se han vendido. Cristiano en 117 millones de dólares y Bale en 132; la obra, la más costosa jamás comprada, 250 millones de dólares. La pregunta: “si tuvieras 250 millones de dólares, ¿los invertirías en una obra de arte o en dos jugadores de futbol?”

Las piezas que de sí atraen a los observadores de arte al igual que a los aficionados al futbol, han tenido un muy buen reconocimiento.

Betirri, de hecho, reconoce en el púbico poblano un enorme aprecio por el arte y también un ánimo “muy futbolero. Me siento en casa”.

Dos pasiones

-¿Qué tiene de belleza el futbol?

-Tiene mucho para mí. Viene de mis raíces mexicanas y es una cultura que une al mundo, igual que el arte… Tiene muchos elementos que embellecen al mundo. En muchos países y culturas el futbol es un elemento muy positivo, que une y aleja a la violencia.

-En el contexto de los elementos estéticos, ¿cómo se puede dar la vinculación del arte con el futbol?

-En los colores, en el juego que puede darse con los uniformes sin cuerpos, que se pueden complementar con el color del fondo, y que después vinculo con el Pop Art…

-¿Cuál es el significado específico de que en algunas de tus obras los jugadores no tengan cuerpos?

-Que en hay una historia tan larga de jugadores que trasciende las generaciones… Cada cinco, 10 años, van cambiando. Cuando le quito los cuerpos es para enfocarte en los uniformes y los colores, que al final trascienden el tiempo y, la esencia del deporte, es lo que le da la fuerza a ese concepto.

-¿Cómo ha sido recibida esta exposición, que ya ha ido a Italia, Estados Unidos, al Affordable Art Fair de Milán, al Mundial de futbol femenino en Canadá, a la exposición realizada durante el Copa FIFA 2014, en Brasil, y ahora en Puebla?

-Ha sido un reto, no ha sido fácil, porque dependiendo del país, de la cultura, es como se ve el futbol. Hay países, como Siria, que se concibe como una actividad violencia. Entonces es difícil transmitir que es arte, que es algo fuerte para plasmarlo en un lienzo. Ha sido un reto tratar de compartirlo y decir que es arte.

-¿Cómo te inspira el futbol, qué te inspira del futbol?

-Casi todo, los fanáticos, el fanatismo, que es increíble y que descubro cuando me pongo a investigar cada país y sus equipos. Me inspira que el futbol impacta tanto en la vida de las personas que, como artista, ya es parte de mí. Siento a veces que estoy haciendo una maestría en futbol, de tanto investigar. Está lo social, lo político, cómo se involucra el dinero en el futbol moderno, el fanatismo, verlo de una forma romántica, que es como lo veo ahora.

-¿Qué tiene de romántico el futbol?

-Como yo lo veo, todo. Cómo las decisiones personales están asociadas con el futbol, con cómo quedó tu equipo, qué tan buena o mala puede ser tu semana en función de ello. Es toda una cultura, un fenómeno de muchos sentimientos, igual que el arte, muy parecido.

De Puebla a EU

En la conversación que se combina con pasos y descripciones alrededor de su obra en Casa Nueve, Betirri echa también la mirada al retrovisor para recordar cómo le cambió la vida con su incursión en el arte y cómo ha sido el trabajo en Estados Unidos, a donde llegó desde México.

“Me gusta mucho lo que hago, he cambiado mucho mi personalidad, era una persona muy introvertida, tímida, siempre hablaba español, y a través del arte empecé a salir, a conocer gente, a hacer eventos…”

-¿Cómo artista México-americano, cómo es tu proyección como artista en suelo estadounidense?

-Como artista mexicano. Estoy muy orgulloso de ser mexicano y de Puebla. Me ven como mexicano y es lo que también quiero que se vea eso, que se perciba.

“El hermoso juego hermoso” está integrado por una selección de 11 acrílicos, 12 bocetos, 5 giclées y 2 ilustraciones digitales. De acuerdo con la descripción, esta exposición se centra en el “amor y la fe” que Betirri tiene en el deporte del balón, por encima del protagonismo que se concede a las estrellas de uno de los espectáculos más populares del mundo; para lograr lo anterior, el artista suprime los cuerpos de los jugadores, centrando la atención del público en los uniformes enfrentados al balón y los emblemas del equipo contrario.

Como elementos complementarios a la exposición se presentarán los audiovisuales El jugador no. 12, de Aldo Plouganou, y Hasta gritar gol, retrato del equipo de futbol para ciegos Los Topos, del documentalista Rubén Hernández Torres.

Casa Nueve, se ubica en la Calle 2 Norte, número 1205 A, en San Andrés Cholula.