Xalapa, Ver. En su quinto aniversario, el túmin, moneda regional con presencia en diez estados de la República, llega más fortalecido que nunca, afirmó Javier Islas Cruz, habitante de Poza Rica y quien hace uso de este tipo de cambio, que para muchas comunidades vale más que el peso.

Algunas de las entidades en las que el túmin es utilizado son Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Distrito Federal y Morelos; surgió como una alternativa al peso, “impuesta por el capitalismo que en realidad es una manera de llevarse nuestros recursos naturales en la derrama económica”.

Gracias a esta moneda, en las comunidades se permitió ver como compañeros a los productores de los diversos productos que se comercializan.

“El túmin en esencia es la confianza que yo le tengo a mi vecino y es cuando empezamos a ver más allá de un trueque”.

La utilización del túmin inició entre medio centenar de personas en Espinal, como un proyecto impulsado por la Universidad Veracruzana Intercultural; a cada socio se le dio 500 túmin para empezar a trabajar, a hacer circular la moneda.

A la fecha, son más de 600 personas las que utilizan ese tipo de cambio en la decena de entidades donde se usa.

Islas explicó que el reglamento refiere que por el valor en pesos del producto, se debe aceptar como mínimo el 10 por ciento de túmin. Dependiendo del comerciante, se puede aceptar la totalidad del valor en esa moneda de cambio.

“El dinero no existe, el dinero es el valor que el capitalista da para que tú mismo estés peleándote con el compañero, haya una guerra de competencias, de acumular más; entre más dinero tengas eres más valioso”, afirmó.

Cualquier persona que tenga algún producto para comercializar puede ser socio; sin embargo, a diferencia del peso, la acumulación del túmin no significa una mayor riqueza “porque guardas túmin y no está circulando y no te sirve de nada si vienes a Poza Rica; no puedes pagar la luz, nada”.

Algunos municipios, como el propio Espinal ha implementado el pago de servicios como el predial con esa moneda.

El intento de boicot al Túmin

El naciente proyecto tuvo, al año de su creación, un intento de boicot que derivó hasta en una investigación por parte de la Procuraduría General de la República, que acusó a los impulsores de pretender abusar de la población y hacerse de dinero.

Sin embargo, tras la investigación, que incluyó entrevistas con varios socios y hasta intimidaciones por presuntamente estar incurriendo en un delito, se concluyó que no significaba un atentado a la economía mexicana.

El túmin ha logrado tanto que actualmente es usado por el 80 por ciento de la población de Espinal; con él puede adquirirse desde pasteles, frutas, carnes, hasta pagar una habitación de hotel.

“El túmin es conciencia social. Muchos lo ven de una manera de salir adelante y gastar menos pero en realidad estamos creando una conciencia que la gente no lo alcanza a asimilar”, sostuvo.

A la fecha se busca que las comunidades que se han unido al uso del túmin tengan su propia coordinación.

Islas considera que la euforia no ha pasado, si bien en algunas regiones del norte del estado se ha dejado de usar, la extensión a esa cantidad de estados habla de la conciencia que se ha logrado.