Córdoba, Ver.- Dos elementos de la Secretaría de Marina Armada de México asignados a la zona de Córdoba, están presos por traicionar a la Semar al prestarse para la detención, tortura y siembra de armas y drogas en contra de un empresario de la zona, todo a solicitud de otro empresario, José Abella García.

El penalista Jorge Reyes Peralta señaló que a  los ex elementos de la Marina, Ames Armando Cobos Gómez y Carlos Enrique Estrada Chávez, se les sigue la causa penal 25/2015, están presos formalmente por el delito de tortura y por abuso de autoridad, en agravio de Reynaldo Bernardi Manica, juicio que se sigue en el Juzgado XV con sede en el Distrito Federal.

Recordó que en el 2012, a Reynaldo Bernardi Manica los detienen elementos de la Marina en Fortín, junto con una persona que lo asistía manejando su vehículo, siendo llevados a Las Bajadas, en Veracruz, para ser torturados y puesto a disposición de un juez de procesos penales federales en Villa Aldama, donde estuvo seis días detenidos, “obtuvimos auto de libertad para él, de ahí apeló al Ministerio Público de la Federación y un magistrado de Guadalajara confirmó el auto de libertad”.

Mientras que se abrieron varias investigaciones previas que culminaron con la detención de los marinos, también se presentó, dijo, una queja en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington D.C y se va proceder en contra del estado mexicano,  está por llegar a la corte de San José de Costa Rica, en la cual se ventilará la tortura y derechos humanos que fueron violados a Reynaldo.

“Los he convocado porque está así declarado ministerialmente y lo está investigando la PGR, y estos dos señores los miembros de la Secretaría de Marina, culpan que los contrató José Abella García, fue quien les pagó para que le causaran ese mal a Reynaldo Bernardi, estos señores que están presos han declarado cómo, cuándo, a qué horas, se pusieron de acuerdo con José Abella”, explicó durante una rueda de prensa ofrecida en Córdoba.

Reyes Peralta se pronunció porque se llegue hasta las últimas consecuencias de la conducta de José Abella, pues pagó hasta un millón 600 mil de acuerdo a declaraciones de los detenidos, para que realizaran el “trabajo”.

Avc