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Citro UV signó convenio con la empresa Braskem Idesa

Personal de esta casa de estudios realizará actividades de monitoreo de los trabajos de rescate, translocación y sobrevivencia

La Universidad Veracruzana (UV), a través del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro), y la empresa mexicana Braskem Idesa S.A.P.I., signaron el contrato de prestación de servicio para la evaluación de la población de Ceratozamia miqueliana, planta endémica de México, para el Proyecto Etileno XXI, ubicado en Nanchital de Lázaro Cárdenas del Río, Veracruz, por un monto de tres millones 190 mil pesos.

Creada en 2010, Braskem Idesa es resultado de la fusión entre Braskem, petroquímica brasileña destacada por ser la mayor productora de resinas termoplásticas de América, y Grupo Idesa, uno de los principales grupos empresarios mexicanos dedicado a la producción petroquímica. Juntas, las empresas lideran el Proyecto Etileno XXI, que se concentra en el desarrollo e implantación de un complejo petroquímico para la producción de polietileno en Coatzacoalcos.

Es por ello que a partir de 2015, la máxima casa de estudios del estado brindará asesoría a la empresa Braskem Idesa para la supervisión de los trabajos de rescate de la especie Ceratozamia miqueliana localizada dentro de la zona que se verá impactada por las actividades propias del complejo petroquímico, a fin de asegurar su supervivencia mediante la movilidad a zonas seguras de resguardo y posterior reintroducción al medio silvestre.

Durante tres años, personal especializado del Citro realizará actividades de monitoreo de los trabajos de rescate, translocación y sobrevivencia de la especie, así como evaluación del estado de conservación de sus poblaciones silvestres en su rango de distribución en la zona sur de Veracruz.

El objetivo es generar una propuesta para la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) y las autoridades mexicanas, a fin de sugerir la recategorización del estado de riesgo de la especie, actualmente catalogada en peligro de extinción, con fundamento en la evaluación de las poblaciones silvestres y el monitoreo de las plantas reubicadas en el predio destinado para dicha función por el Proyecto Etileno XXI.

Con la ejecución de este proyecto, además de ponerse de manifiesto la capacidad y el compromiso de la UV con la conservación de los recursos naturales en la entidad veracruzana, se destaca el fortalecimiento de los procesos de vinculación con instituciones privadas.

Desde la perspectiva académica, la publicación en revistas especializadas de los resultados obtenidos sin duda tendrá gran impacto en la productividad científica del Citro, lo cual en conjunto con la adquisición de materiales y equipo para trabajo de campo y laboratorio, permitirá a dicho Centro optimizar su capacidad de generación de conocimiento en el desarrollo de las actividades cotidianas de investigación.

El compromiso de Braskem Idesa con la conservación del medio ambiente se demostró desde los orígenes del Proyecto Etileno XXI, luego de que durante 2011 y 2012 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó de los resolutivos de las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA), indicando que el proyecto cumplía con los estándares y normatividad, iniciándose así las actividades para el futuro establecimiento de las instalaciones que conformarían el complejo petroquímico y permitiéndose su construcción y operación, además de adquirirse 100 hectáreas para el desarrollo de proyectos de conservación y educación ambiental.

La zona de influencia del proyecto Etileno XXI abarca una porción importante de la zona de distribución natural de Ceratozamia miqueliana, cícada contemplada desde 2003 como una especie vulnerable por la legislación nacional e internacional.

En este sentido es que se ha gestionado la firma del convenio al Citro-UV. La responsabilidad académica está a cargo de Mario Vázquez Torres, investigador de la UV de gran renombre en el estudio y la conservación de cícadas a nivel internacional, como responsable técnico, y María Reyna Hernández Colorado, coordinadora del Citro, como responsable operativo del proyecto.