J. Jesús Esquivel/Proceso

De manera sorpresiva, John Boehner anunció su renuncia como líder republicano y presidente de la Cámara de Representantes del Congreso federal de Estados Unidos. Argumentó que su decisión se deriva de las divisiones que prevalecen dentro de su partido.

“Me queda claro que si se prolongaba esta agitación dentro del liderazgo republicano, provocaríamos un daño irreparable a la institución”, dijo Boehner en conferencia de prensa.

La noticia de su renuncia, que tomó por sorpresa a todo el poder político de Estados Unidos, se la comunicó Boehner a los líderes republicanos del Congreso durante la reunión semanal que celebran en uno de los salones del Capitolio.

En 26 años como representante federal por el partido republicano y dos como presidente de la Cámara de Representantes, Boehner dijo que su encuentro de ayer jueves con el Papa Francisco, lo apremió a anunciar su renuncia, determinación que tenía planeada anunciar el próximo 17 de noviembre, día de su cumpleaños.

“Después de escuchar el magnífico discurso del Papa (ante el pleno de las dos Cámaras del Congreso) y cuando salíamos del salón, él y yo nos quedamos solos, me tomó del brazo izquierdo y me dijo que me agradecía lo que hago por la educación de los niños. Me echó la mano al cuello y me pidió que rezara por él”, relató Boehner muy emocionado.

“Esta mañana al hacer mi rezos, me acordé de lo que hablé con el Papa y consideré que era el momento de anunciar lo que ya había decidido”, apuntó el presidente de la Cámara de Representantes, quien a finales de octubre dejará su puesto y la curul como representante federal por estado de Ohio.

La agitación dentro del liderazgo a la que hizo referencia Boehner se refiere el descontento que hay dentro del sector más conservador del partido republicano por la posición que asume respecto al presupuesto federal pedido por el presidenteBarack Obama para subsidiar por medio de la ley de salud pública la práctica del aborto a mujeres que quieran terminar con sus embarazos no deseados.

Desde hace varios meses, los republicanos del Congreso han estado amenazando a Boehner con llevar a cabo una votación contra la presidencia que aún ejerce.

Como presidente de la Cámara de Representantes, Boehner es el número tres en la lista de sucesión presidencial, después del vicepresidente, en caso del fallecimiento o remoción del primer mandatario de los Estados Unidos.

“Nunca tuve la menor duda de sobrevivir al voto (de su remoción) pero no quiero que los miembros de mi partido pasen por eso, no quiero eso para mi partido”, declaró el líder republicano.

En la Casa Blanca, el presidente Barack Obama durante una conferencia de prensa junto al mandatario chino Xi Jinping, calificó a Boehner como un “buen hombre” y “un patriota”.

“Creo que él es alguien que entiende lo que es el gobierno y gobernar”, matizó Obama, quien rechazó especular sobre la elección del próximo presidente de la Cámara de Representantes y líder de los republicanos.

Varios legisladores republicanos se congratularon de la renuncia de Boehner, y otros expresaron su agradecimiento por el papel que ha jugado en los últimos años para promover la agenda política del partido.

Aun cuando la elección para reemplazarlo se realizará hasta finales de octubre, en el Capitolio se especula que el más viable a asumir el puesto es Kevin McCarthy, representante por California y el número dos en el liderazgo republicano.

En las cinco semanas que le quedan como líder republicano, Boehner tendrá que resolver el problema de aprobar un presupuesto, por lo menos temporal, a más tardar el próximo 30 de septiembre, porque de no hacerle el gobierno federal estadunidense estará en bancarrota y obligado a cerrar sus operaciones.

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