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Sara le cobra a "lo chino" los adeudos a Javier Duarte

En su II Informe de actividades, la rectora de la UV le envió un mensaje al gobernador, a través de Flavino Ríos Alvarado

"Dé usted este mensaje a nuestro gobernador, doctor Flavino Ríos. La falta de estos subsidios implicaría la extinción de la universidad pública”, dice Sara Ladrón de Guevara en el punto toral sobre la situación de las finanzas de la UV en la glosa de su II Informe de labores.

La situación no es para menos. El gobierno del estado le debe a la UV 3 mil 100.7 millones de pesos y a Flavino Ríos, enviado en representación de Javier Duarte de Ochoa, le toca recibir la factura.

Duarte, dice Sara Ladrón de Guevara, “ha expresado que mantendrá los recursos estatales que significan más del 50 por ciento de nuestro presupuesto. Contamos con su apoyo decidido”.

Pero ella quiere que algo quede claro en el minuto 42 de su informe. Llevar la batuta en la UV no ha sido nada fácil por la desgastada situación financiera.

En la pantalla de proyección –ubicada justo detrás de Flavino Ríos- se ha desplegado una gráfica: se enumeran los subsidios que el gobierno de Javier Duarte de Ochoa y la Federación  adeudan a la Universidad Veracruzana, desde agosto del 2013.

En gráficas con barras en color azul, amarillo, rojo, se lee los siguientes adeudos: 867 .9 millones de pesos, en agosto del 2013. 894.3 millones de pesos, en diciembre del 2013. Mil 8 millones de pesos, en diciembre del 2014. 2 mil 058.6 millones de pesos en agosto del 2015.

En total la UV arrastra pasivos por 4 mil 828.8 millones, de los cuales, 3 mil 100.7 millones de pesos son adeudos directos que tiene con la Universidad, el gobierno de Veracruz -encabezado por Javier Duarte de Ochoa y representado en el presídium del informe por Flavino Ríos Alvarado-.

El ex secretario de Educación no logra ocultar la vergüenza. La cara roja-roja y no para de sudar. El pañuelo blanco que se pasa por la frente, una y otra vez, no parece aliviarlo. Ha encorvado la espalda y desde los costados, sus hombros parecen un caparazón donde quisiera perderse.

El funcionario está sentado  junto a funcionarios universitarios, en la Sala Tlaqná del campus “Arte Ciencia y Luz”, escucha el II Informe de Actividades 2014-2015, que este lunes 07 de septiembre, ofrece la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara.

Ríos Alvarado tiene razones para estar abochornado:

“Ante la complicada situación financiera, la administración universitaria ha privilegiado el cumplimiento de sus obligaciones en materia laboral, y ha realizado un gran esfuerzo a fin de que la falta de liquidez financiera no sea un impedimento para la construcción de los objetivos y las metas de las funciones sustantivas institucionales", relata la rectora.

Los planes de crecimiento -sigue- se han visto forzosamente limitados y ha habido un fuerte impacto negativo en la relación con los proveedores de bienes y los prestadores de servicios.

 “Por cada peso que adeuda, la UV cuenta con dos pesos con 19 centavos por recuperar, provenientes de las cuentas por cobrar al gobierno del estado”.

Flavino Ríos pasa del rubor colorado al morado mientras Sara Ladrón de Guevara cuenta cómo tuvo que realizar gestiones ante la subsecretaría de Educación Superior de la Federación, para que dejara de entregar los recursos de la UV a la Secretaría de Finanzas del estado –como se hace en el resto de las entidades del país. Y en cambio, hiciera entrega directa de estos recursos federales a la casa de estudios.

La medida -que aparta el dinero federal de las manos de la administración estatal-, es bienvenida por la comunidad universitaria, que prolonga los aplausos por más de un minuto.

Después de hablar de la deuda, la rectora pidió a Flavino Ríos dar el "recado" al Ejecutivo. El Secretario de Gobierno y la rectora establecieron contacto visual. Ríos Alvarado sonrió y asintió con la cabeza.

Pero el tema de la deuda, no fue lo único que incomodó al funcionario estatal. La rectora abundó en los hechos de inseguridad que han afectado a la comunidad universitaria.

Dos maestros secuestrados, alumnos agredidos físicamente, y estudiantes asesinados en diferentes circunstancias en los últimos meses.

“Ha sido el año de Ayotzinapa, hito en nuestra memoria reciente, que marca un antes y un después, en el papel de la universidad en la transformación crítica de la realidad. Más allá de la tragedia de los 43 desaparecidos, más allá que la credibilidad en el estado de derecho han sido puesto en entredicho, más allá de la herida infringida a la comunidad universitaria, Ayotzinapa se adhiere a la vulnerabilidad de las instituciones de educación superior, ante la violencia”.

Sin embargo, dijo que la comunidad universitaria busca encarar a la violencia con una actitud serena, reflexiva y valiente, “la UV no renuncia a la lucha, tiene razones para luchar, pero nuestra lucha no es reactiva, es sapiensal. Ante la pregunta ¿Cómo enfrentar la violencia? Para la UV la respuesta a la violencia es la construcción de una cultura de la paz”.

“Ni me tiembla la mano ni se me quiebra la voz al encabezar esta lucha no violenta, pero si radical por una cultura de la paz, y por una universidad veracruzana socialmente pertinente y de calidad evaluable”.

El informe concluyó amenizado por la pieza de Silvestre Revueltas: ocho por radio.