Xalapa, Ver.- Jaime Urrutia Ceruti, antropólogo peruano, maestro en historia por la universidad de París y encargado de diversos cargos públicos a lo largo de su carrera, recibió una medalla al mérito de parte de la Universidad Veracruzana.

Después de la entrega se dio lugar a su conferencia “Somos diferentes pero somos iguales” en la que hablo de la importancia de que el país se reconozca positivamente como multiétnico, multicultural y multilingüe.

“O quizá debería decir, somos diferentes pero deberíamos ser iguales como ciudadanos, la intolerancia tiene mil rostros y frena el proceso de la democracia de una sociedad” dijo.

Comentó que el patrimonio de todos los pueblos latinoamericanos es su diversidad cultural por lo que se debe dejar construir una identidad a cada uno y luego aceptar cada una de ellas.

Explicó que las democracias latinas siguen siendo endebles especialmente por la exclusión ciudadana de amplios sectores de personas que son culturalmente diferentes, la mayoría de esos grupos, personas de sociedades rurales lo que les hace cumplir el principio: “a mayor presencia de grupos culturales diversos, mayor debilidad democrática”.

La globalización pretende, por un lado la unificación cultural desde el punto de vista occidental pero también permite la afirmación de identidades rurales, el derecho de las minorías y quienes no comparten las culturas oficiales. Dos procesos contradictorios que están dentro del mismo evento.

Dentro de la intolerancia en los países latinoamericanos la religiosa es una de las más importantes y la que mayores diferencias entre las personas se deben a conflictos de este tipo, en México esta identidad religiosa une a las personas que comparten el amor por la Virgen de Guadalupe.

“La Guadalupana es un elemento de cohesión, yo fui migrante clandestino en California, y vivía con puros mexicanos, aprendí a comer tortillas y la importancia de la Virgen de Guadalupe” comentó Urrutia.

Dijo que en “el papel” la Constitución, se respeta la pluralidad ciudadana pero en la vida real no sucede de la misma manera.

“Si bien ya casi todas las constituciones latinoamericanas reconocen la pluralidad cultural, resultado de grandes transformaciones sociales, no todos somos ciudadanos iguales ante la ley, hay ciudadanos de primera, de segunda, de tercera…”

La implementación de políticas públicas que rescaten esta multiculturalidad es indispensable para que México y toda Latinoamérica tenga una mejoría como sociedad.

Terminó afirmando que la multiculturalidad se basa en el respeto y se trata no solo de que las personas indígenas aprendan otras cosas, sino que las personas que forman parte de una mayoría, aprendan también sobre costumbres y tradiciones de los indígenas.