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Estudiantes del Inifor representaron a la UV en Colombia
Xalapa, Ver.- Estudiantes de la Maestría en Ciencias en Ecología Forestal que imparte el Instituto de Investigaciones Forestales (Inifor) de la Universidad Veracruzana (UV), participaron con trabajos de investigación pioneros en el Congreso Latinoamericano de Micología, celebrado del 4 al 7 de noviembre del año pasado en Medellín, Colombia.
Yajaira Baeza Guzmán, Pavel del Moral Cervantes y José Antonio Pérez Torres, coincidieron en que se trató de una experiencia enriquecedora para su formación profesional, ya que convivieron con reconocidos especialistas en micología.
“Fue una experiencia enriquecedora porque tuvimos interacción con investigadores de alto nivel internacional, y ver a tu investigador preferido es como estar cerca de tu artista favorito”, expresó Pavel.
Así que los jóvenes estudiantes animaron a sus compañeros a participar con sus investigaciones en congresos nacionales e internacionales, “es importante porque vas en representación de la Universidad, así que sólo deben tener ganas de participar”, comentó Yajaira.
Sobre su asistencia al evento, José Antonio dijo que sus proyectos fueron parte de la exposición de pósters de dicho congreso.
Yajaira participó con “Diversidad de hongos ectomicorrízicos asociados a Pinus hartwegii en el Parque Nacional Cofre de Perote, Veracruz”; Pavel con el tema “Productividad y estrategias de aprovechamiento de hongos comestibles en tres cafetales de la zona centro del estado de Veracruz”; y José Antonio con “Cruzamiento y evolución de Pleurotus ostreatus en viruta de pino”.
Hongos ectomicorrízicos
Yajaira Baeza Guzmán desarrolla su proyecto de investigación en la parte más alta del Parque Nacional Cofre de Perote, en busca de hongos ectomicorrízicos, especialmente los asociados al Pinus hartwegii, especie que sólo se encuentra en las partes más altas pues crece a temperaturas y condiciones extremas.
Dijo que hasta la fecha no se tenía conocimiento sobre las especies de hongos ectomicorrízicos que había en la zona, entonces el objetivo de su investigación es identificar y definir qué función tienen en los pinos.
“Queremos saber si la diversidad de hongos ectomicorrízicos asociados a este pino puede fortalecer las plántulas, debido a que en esta zona presenta una problemática ecológica por la baja germinación en sus semillas, entonces el establecimiento de las plántulas no es del todo propicio.”
Mencionó que en el Instituto de Ecología hay pocos datos de hongos asociados a este pino, sólo tienen 26 ejemplares colectados desde la década de los ochenta, “por lo que el conocimiento de los mismos es casi nulo”.
Para poder identificarlos, detalló, “utilizamos métodos moleculares, son colectados a nivel de raíz y después determinamos morfotipos para saber qué especie es, cómo funcionan en el ecosistema y así tener una idea de lo que tenemos en la zona”.
Reiteró que esta investigación es pionera y ayudará a que sean exitosos los planes de reforestación en pinos de la especie Pinus hartwegii, además de apoyar a las instituciones forestales al conformar un catálogo de hongos ectomicorrízicos.
Yajaira indicó que encontraron un total de 33 especies identificadas, de las cuales 24 son ectomicorrízicas y el resto no contribuyen en el flujo de nutrientes del suelo a la planta; una de las especies abundante fue Tricholoma equestre que en la zona del Cofre de Perote es usada como alimento.
Cabe mencionar que este proyecto es desarrollado en conjunto con investigadores del Inifor y de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Hongos comestibles
Pavel del Moral Cervantes, también estudiante del posgrado del Inifor, realiza su investigación sobre la productividad y el aprovechamiento de hongos comestibles en tres cafetales de la zona centro del estado.
Especificó que su trabajo consiste en hacer un reconocimiento sobre cuáles son las especies de hongos y cuál es la biodiversidad que resguarda el cafetal, a pesar de ser un ambiente manipulado.
Explicó que para ello cada 15 días recolectó hongos y pesó cada fructificación para medir la productividad; posteriormente identificó la especies para averiguar cuáles son comestibles.
“El aporte importante es que no se conoce cuántas especies se dan en los cafetales, ya que la dinámica en el manejo de los mismos influye directamente en la diversidad de los hongos.”
Pavel encontró que una mayor diversidad se registró en aquellos que tienen un manejo rústico, donde no se ocupan agroquímicos e inclusive la más alta productividad está en aquellos cafetos que han sido menos perturbados.
En total, detalló, fueron identificadas 39 especies, de las cuales 14 son comestibles. La investigación se llevó a cabo en cafetales de Alborada y en el campo experimental que tiene el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias en Teocelo.
El hongo más abundante fue el Pleurotus djamor y la gente lo nombra de distintas maneras, generalmente los conoce con el nombre de los árboles donde lo encuentran.
“La idea es integrar un catálogo de hongos comestibles del cafetal y entregarlo a la gente para que esté enterada cuáles especies tienen propiedades medicinales”, finalizó.
Germinación de Pleurotus ostreatus en viruta de pino
José Antonio Pérez Torres, también alumno de posgrado en el Inifor, estudia la germinación y crecimiento en viruta de pino del hongo comestible Pleurotus ostreatus (conocido como la gírgola o champiñón ostra).
La investigación consistió en evaluar la germinación y el crecimiento de tres cepas o esporas en periodos de cinco, siete y 10 días; posteriormente, eligió a los mejores individuos, los reprodujo y evaluó la producción en fresco en viruta de pino.
“La viruta de pino es un residuo que se desecha y es utilizada para otros fines, pero comúnmente no se utiliza para el cultivo de este hongo porque el pino contiene una serie de resinas que sirven de protección contra otros organismos. Entonces, es muy difícil desarrollar cepas que crezcan en este sustrato, incluso no está reportado que este hongo crezca en viruta de pino.”
Destacó que los datos obtenidos son relevantes, pues se sabe que se ha logrado una eficiencia biológica (lo obtenido de hongos en fresco por cada kilogramo de sustrato en seco) de 50 hasta 300 por ciento; esto es, que de cada kilogramo en peso seco se obtienen tres kilos de hongos.
“Esto significa que en vez de tener un montón de toneladas de sustrato regado, podríamos tener toneladas de alimentos para el autoconsumo o para iniciar un negocio en pequeña escala”, concluyó.