Amatlán, Ver.- (AVC) Para encontrar a mujeres centroamericanas que en su paso por la ruta migratoria  de la zona sur fueron atrapadas por redes de trata y prostíbulos, el Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), realizará un trabajo coordinado con organizaciones de trabajadoras sexuales a nivel regional, nacional e internacional.

Marta Sánchez Soler, vocera del Movimiento Migrante dijo que durante las caravanas de madres en búsquedas de sus hijos e hijas,  se ha logrado encontrar a más de 200 personas, solo 10 de ellas mujeres, pues sospechan que la mayoría fue secuestrada por el crimen organizado.

“Las propias madres lo dicen, por el  el tono de las pocas llamadas que les hacen sus hijas, donde dicen no me hables, no puedo hablar, y ese lamentablemente es un espacio donde no hemos podido penetrar, porque en los prostíbulos nos reciben a punta de navajazos”, dijo.

Ante el panorama, el movimiento migrante ha buscado el apoyo de organizaciones de trabajadoras sexuales para que los auxilien en buscar a sus compañeras, pues se conoce de la existencia de prostíbulos en Chiapas y Veracruz donde hay mujeres migrantes.

Afirmó que en el caso de la entidad, Veracruz es más expulsor que reclutador de mujeres y explicó: “Son mujeres veracruzanas que se las llevan a Tlaxcala, y algunas incluso son traficada en Europa”.

Sánchez Soler advirtió que aun cuando no hay cifras oficiales,  hay evidencia del aumento de migración de mujeres y sus hijos, lo que también aumenta su vulnerabilidad.

“Hablando con mujeres en los albergues, narran que  tienen que huir porque les mataron a sus hijos, o porque los niveles de violencia son tan altos que sus temen que sus hijos pequeños se unan a bandas como la Mara Salvatrucha”, relató.

Reconoció que la situación en Centroamérica es una tragedia humanitaria que obliga a las mujeres a migrar para salvar su vida, a pesar de que corren riesgos más graves que los hombres, porque son presa de crímenes como violaciones masivas.

Lamentó que pese a los anuncios de avances de una política migrantes de protección en México, la realidad es que el avance es lento, y aun se carecen de bases de datos oficiales de migrantes desaparecidos y muertos, de bancos de ADN “México ha hecho muy pocos esfuerzos para el tamaño del problema”, consideró.