Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Libre de Berlín en Alemania que examinó los hábitos musicales de 772 participantes de todo el mundo revela los motivos por los cuales nos agrada escuchar música triste.

Según los investigadores, escuchar música triste transmite sentimientos de nostalgia, tranquilidad, ternura y asombro e incluso puede aportar efectos  emocionales beneficiosos.

"La música triste no solo es una cuestión de estética emocional o una  recompensa abstracta a lo que sentimos, sino [que] también juega un papel en el bienestar, proporcionando consuelo, así como la regulación de los estados de ánimo y emociones negativas.", afirmó la directora de la investigación Liila Taruffi.

El estudio también demostró que las personas tienden a escuchar música triste cuando se sienten tristes  aunque la música no acrecienta esta sensación, sino que regula nuestro estado de ánimo.

"Por lo tanto, desde el punto de vista terapéutico, se podría interpretar razonablemente la decisión de un paciente para seleccionar música triste ya que, aparte de una preferencia estética es un indicador de la angustia emocional. Esto podría ser útil especialmente en niños o adultos con trastorno del espectro autista o individuos depresivos que tienen una capacidad reducida para expresar sus emociones verbalmente ", explicó.

“Al escuchar este tipo de música, los pacientes  pueden sentirse identificados y comprendidos, incluso en ausencia de un vocabulario emocional específico. Esta conexión empática entre la música y el paciente puede ayudar a aliviar la angustia y al progreso de la terapia", concluyó.