Teotihuacan, Mex.- Con la entrega del Fuego Nuevo por parte del sacerdote principal de Teotihuacán, la Ciudad de los Dioses, al gobernador Javier Duarte de Ochoa, desde esta capital mesoamericana, los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe (JCC) Veracruz 2014 cuentan con la venia de los espíritus ancestrales para su inicio y éxito como los mejores de la historia.

Al mediodía de este miércoles, apostados en la Plaza de la Luna, autoridades y visitantes dieron inicio a la ceremonia que da paso a los actos protocolarios previos a la edición 22 de la justa deportiva.

Entre tambores, flautas y caracoles, los presentes fueron testigos de un evento milenario que da inicio un ciclo más de vida; el fuego representa la energía vital otorgada al mundo por los dioses, sin el cual el sol no saldría más, marcando el fin de la humanidad.

Desde los cuatro vientos, los alumnos de las escuelas de Bellas Artes de los municipios de Naucalpan, Ecatepec, Tejupilco y Jocotitlán comenzaron la interpretación de piezas musicales y danzas rituales que en épocas precolombinas antecedían el cambio de ciclo cada 52 años.

Entre humo de incienso, los danzantes mostraron sus respetos hacia cada uno de los puntos cardinales, haciendo sonar su caracoles y sonajas, pidiendo autorización para la encendida de un nuevo fuego dedicado a un nuevo ciclo olímpico, el de los juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe en este 2014, los Panamericanos de 2015 y los Olímpicos en 2016.

Previo a esta emblemática ceremonia, enmarcada por música prehispánica, desfilaron las banderas de las 31 naciones participantes: Antigua y barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, Belice, Bermudas, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de Estados Unidos y Jamaica.

Así como de Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Venezuela, y por supuesto, México.

Tras los honores correspondientes a nuestro lábaro patrio, tocó lo propio a las banderas de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe) y del Comité Olímpico Internacional (COI), que entre tonos marciales y portadas con gallardía por jóvenes escoltas hicieron acto de presencia.

Así, con la encomienda de llevar el ideal de la hermandad como presente y futuro, tal como lo dice el himno de la Odecabe, el Fuego Nuevo partió rumbo a su destino final de la mano de la atleta jabalinera veracruzana Abigail Gómez Hernández, quien recorrió los primeros metros de este relevo de poco más de 200 kilómetros a pie a través de los estados de México, Puebla y Veracruz.

Siendo el 14 de noviembre la fecha pactada para su entrada al Estadio Luis Pirata Fuente, donde, triunfante, el Fuego Nuevo encenderá el pebetero que declarará inaugurados los XXII Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe.