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Busca que 28.6 millones de personas dejen la informalidad

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El presidente Peña Nieto plantea exenciones y descuentos en IVA, ISR e IEPS a nuevos contribuyentes hasta por 10 años.

El Gobierno federal tiró un anzuelo a quienes laboran en la informalidad, en un intento por incorporar a 28.6 millones de personas al padrón de causantes de Hacienda.

En Palacio Nacional, el presidente Enrique Peña Nieto presentó el programa "Crezcamos Juntos ¡Ser formal, conviene!", que contempla beneficios sociales para aquellos empresarios que se den de alta ante el SAT, y firmó el Decreto de Régimen de Incorporación Fiscal, que incluye tres medidas para fomentar la formalidad.

Detalló que aquellas personas cuyas ventas no rebasen los 100 mil pesos anuales no pagarán el IVA ni el Impuesto Especial de Producción y Servicios (IEPS) durante los primeros 10 años.

Para quien tenga ventas de entre 100 mil y 2 millones de pesos al año, la propuesta es que no paguen IVA ni IEPS en su primer año de incorporación y se les otorgarán descuentos durante los siguientes nueve años.

La tercera medida es el establecimiento de un régimen más sencillo para calcular los impuestos, por lo que bastará con que especifique la actividad a la que se dedican y el monto de sus ingresos, según se informa en una nota del periódico Reforma.

Acompañado por líderes de cúpulas empresariales, Peña Nieto detalló que los comerciantes que formalicen su actividad tendrán para ellos y sus empleados servicios médicos y sociales del IMSS, con descuentos en sus cuotas durante 10 años y además accederán a la pensión para el retiro.

Con sus aportaciones de ocho meses al Infonavit podrán solicitar un crédito para adquirir, construir o remodelar una casa por más de 150 mil pesos.

Adicionalmente, la banca comercial ofrecerá créditos individuales de 5 mil a 300 mil pesos, a tasas preferenciales, para lo cual se contará con garantías de Nafin hasta por 2 mil 700 millones de pesos.

Por su parte, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, recordó que “más de la mitad de la fuerza de trabajo del país, 58 por ciento, según el Inegi, está en el sector informal”.

Reveló que las empresas formales tienen una productividad 2.3 veces superior a las que no lo son.

Además, indicó, “la informalidad tiene también una enorme dimensión social”, de ahí que “no es casualidad que los estados más pobres sean aquellos donde se presenta mayor informalidad”.

José Ignacio Mariscal Torroella, miembro del Consejo Coordinador Empresarial, reveló que existe una prueba para apoyar a 20 mil micronegocios de los sectores comercio, servicio y turismo, a fin de modernizarlos y hacerlos más competitivos.

Juan Pablo Castañón, presidente de Coparmex, señaló que este programa está en línea con la exigencia del sector.

En ello coincidió Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial.

"Los organismos empresariales tienen un gran compromiso para hacer que la gente entienda los beneficios de un programa de 10 años, donde hay condiciones muy favorables para que se estén incorporados en la formalidad", dijo.

Insisten en que política fiscal desalienta la inversión

Una de las principales razones que explican el bajo crecimiento que ha tenido la economía durante el presente año es la inhibición de la inversión a raíz de la reforma fiscal, sobre todo con la eliminación de la posibilidad de deducir las inversiones en forma inmediata, coincidieron especialistas.

Entre las empresas más afectadas están las del sector de la construcción, –que es el que mayor efecto multiplicador tiene sobre cualquier economía–, y que al ya no tener ese estímulo, han debido enfrentar problemas de flujo de efectivo, indicó a El Financiero el abogado fiscalista Herbert Bettinger.

Por ejemplo, explicó, hasta el año pasado, una empresa de desarrollo inmobiliario que compraba un terreno en el que decidía construir tres torres de departamentos, empezaba con la primera e iba recuperando su gasto conforme lo efectuaba, hasta terminarla y venderla.

Suponiendo que la inversión de esa primera torre fue de un millón de pesos, lo recuperaba de inmediato porque la ley le permitía deducir dicha inversión totalmente y utilizaba ese millón para empezar a construir la segunda torre, y así sucesivamente.

El poder recuperar en forma inmediata la inversión permitía a esa empresa tener nuevamente liquidez, seguir construyendo e ir difiriendo el pago de ISR hasta que dejara de invertir, y en el proceso de construcción generaba empleo y producción en las empresas a las que les demandaba sus productos para la obra.

Pero con la eliminación de la deducción inmediata, como lo señalaba el artículo 220 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR) que estuvo vigente hasta 2013, si esa empresa compra un terreno y construye la primera torre, va a tardar 10 años en volver a ver el millón de pesos invertido, porque ahora sólo podría recuperar 100 mil pesos.

En este sentido, la falta de este estímulo fiscal ha frenado la actividad en la industria de la construcción, explicó Bettinger.

Raymundo Tenorio, director de las carreras de Economía de la Escuela de Negocios del Instituto Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe, indicó que haber retirado el deducible vía IETU a la inversión fija bruta, “ha sido la peor decisión en materia de política fiscal, porque no hay variable más importante para la creación de empleos, que la inversión”.

Al recordar la frase: “¡Es la economía, estúpido”, que acuñó James Carville en 1992 como asesor de campaña de Bill Clinton, Tenorio dijo que “poniéndole puntos suspensivos al final, yo les diría: ‘¡Es la inversión…!’ ”. El especialista enfatizó que ahora es necesario que los legisladores analicen el impacto que este tipo de medidas han tenido sobre la economía, a fin de que se introduzca una figura que permita la deducibilidad inmediata para las empresas.

“Deben reconsiderar las afectaciones ocasionadas por los cambios en el ISR, ya que contrarrestarlas podría adicionar 1.2 puntos porcentuales al crecimiento económico en el muy corto plazo”, expresó.

Por separado, el diputado José Isabel Trejo, coordinador del Grupo Parlamentario del PAN y ex presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, consideró que “la errónea política fiscal que ha seguido este gobierno” podría alejar algunas inversiones esperadas en energía y telecomunicaciones.

Dijo que se debe tener claro que los generadores de la riqueza son los particulares, no el gobierno, quien ejecuta el gasto y debe distribuir la riqueza estratégicamente y facilitar las inversiones. “Tenemos que ser enfáticos y recordarles que la única forma de tener crecimiento es que haya inversiones del capital privado para generar empleos. Sin inversiones no hay generación de empleos; no hay recursos en el bolsillo de las familias y por tanto no hay consumo”.

Apuntó que dado que el ISR ha sido un claro inhibidor de inversiones, mucha gente se ha ido a la economía informal. “No hay generación de empleos, no hay consumo interno y por lo tanto no hay crecimiento económico”.

“El ISR alto hace que los inversionistas y los empleadores digan: Cómo voy a invertir, si el gobierno se va a llevar además de mi 35 por ciento, un 10 por ciento de regalías. Mejor me voy a otro lado. (…) Su error fatal fue quitar deducciones inmediatas y las relacionadas con las prestaciones de los trabajadores. Se amolaron los trabajadores, quienes además deben pagar un mayor ISR”, ahondó según la nota de El Financiero.

Y en virtud de que el Acuerdo de Certidumbre Tributaria establece que en lo que resta de la presente administración el Ejecutivo no propondrá cambios en las leyes tributarias, Trejo Reyes subrayó que los legisladores panistas presentarán una iniciativa para modificar la reforma fiscal.

“Vamos a señalar lo que es necesario que se corrija: bajar el ISR porque los capitales de las personas físicas con actividades empresariales simplemente no se están invirtiendo y prefieren irse; el esquema de pequeños contribuyentes; el IVA en fronteras y lo de las deducciones relacionadas con las prestaciones laborales”.

Entre tanto, Carlos Palencia, analista de la firma Consultoría Estratégica & Outsorcing, indicó que con el marco tributario vigente disminuyeron los privilegios fiscales y se fijaron límites a la deducibilidad, pero también se crearon nuevos impuestos y aumentaron las tasas de otros que ya existían, sin haber ampliado la base de contribuyentes, “al menos si nos referimos a quienes estructuralmente se desempeñan en la economía informal”.

Añadió que el pobre crecimiento de México se debe más a la atonía interna que al desempeño que se le quiere atribuir al vínculo de nuestra economía con la de Estados Unidos. “Para reanimar la economía el gobierno debe seguir una estrategia a fin de recuperar la confianza de la gente mejorando sus expectativas más allá de las reformas y evitar que el crecimiento se sustente en más gasto público, más deuda y un mayor déficit”.

“Se debe entender que la falta de crecimiento económico también se relaciona con el aumento de impuestos a la clase media-alta que, con la inflación, ha llevado a una disminución del ingreso disponible de casi 8 por ciento”, puntualizó.