Xalapa, Ver.- Durante la temporada de lluvias, el fenómeno de alternancia de calor y agua pone al ser humano al alcance de virus, bacterias y parásitos que se aprovechan de los cambios climáticos y de descuidos personales, señaló el médico de la Coordinación de Prevención y Atención a la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social, José Luis Barradas Velásquez.

Al respecto el médico abundó sobre las condiciones ambientales de esta temporada como favorecedoras de la reproducción de microrganismos, al existir una mayor contaminación por la basura esparcida con las lluvias y por el agua contaminada que se acumula.

“El ambiente se vuelve entonces propicio para el desarrollo de enfermedades respiratorias, gastrointestinales-virales o aquellas transmitidas por mosquitos. Es momento entonces de tomar ciertas precauciones y cuidar nuestra salud y la de nuestra familia, especialmente la de los niños y ancianos que son los más vulnerables”.

Con respecto a las enfermedades que prevalecen esta temporada, se encuentran: los problemas respiratorios suelen aumentar debido a las mojadas frecuentes, la humedad y el frío. Quienes padecen de asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) suelen descompensarse con cuadros gripales.

Asimismo añadió que también las enfermedades gastrointestinales y/o diarreicas son comunes al llegar los primeros aguaceros: la amibiasis, la salmonelosis y otras como la hepatitis A, son ocasionadas fundamentalmente por la contaminación del agua y los alimentos.

“Encontramos igualmente la dermatitis o infecciones de la piel: ocasionadas principalmente por hongos, padecimientos alérgicos como rinitis, dermatitis atópica, conjuntivitis y asma bronquial, que afectan principalmente a los infantes. Igualmente hay enfermedades transmitidas por mosquitos y otros insectos como dengue”.

Finalmente Barradas Velásquez recomendó que se mantenga una dieta balanceada,  se consuma muchas frutas y verduras, sobre todo las que contienen vitamina C. Tomar agua bien hervida, lavarse las manos, cocinar bien los alimentos y descansar bien así como protegerse del frío y de la lluvia.

“Se recomienda salir bien abrigados, utilizar sombrillas, cambiar la ropa mojada inmediatamente y  procure mantener seca su piel y evite que los niños estén todo el tiempo en contacto con el agua”, concluyó.