El rancho “San Pedro”, municipio de Acultzingo, donde el Ejército Mexicano y la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) detectaron y desmantelaron un centro de adiestramiento para la delincuencia, es motivo de silencio para los habitantes de la región.

El alcalde Salomón Cid Villa se niega a dar la cara, y el síndico Candido Carillo dice que no conoció detalle del operativo de seguridad donde se detuvo a 33 personas y se abatió a otras tres, vinculadas al grupo delictivo los Zetas.

Y los pobladores, poco o nada quieren hablar del hecho, se saben observados por “halcones” de la delincuencia, que podrían atentar contra ellos si comentan algo.

El rancho San Pedro se ubicada a 4 kilómetros de la cabecera municipal de Acultzingo. En la entrada, tiene una poza de agua estancada,  por un lado, tiene un alerón con alambre de púas, y por otro, una edificación rectangular en obra negra. En el centro, una casa de color azul donde se lee el nombre del rancho.

La Procuraduría General de Justicia informó este lunes que este predio era utilizado por los Zetas para adiestrar “estacas” a su servicio del crimen.