Alejandro Cabrera Parra /

A pesar de que en la última reunión del comité ejecutivo de la Federación Internacional de Fútbol Asociación, realizada el 7 de Junio de 2014, se reafirmó la confianza y el apoyo a Brasil para la organización del mundial. En el transcurso del torneo hemos vivido varios escándalos que demuestran la falta de organización y ponen en ridículo a la FIFA.

En el 64° Congreso, también, se discutieron temas sobre fútbol femenil, se puso en la mesa el tema de derechos humanos en Qatar, y la evaluación del clima para el desarrollo del evento.

Previo a este evento un grupo opositor de Europa le pedía a Blatter renunciar a la reelección de la presidencia de la FIFA, si el suizo, se presentará y ganará las elecciones de mayo de 2015, asumiría por quinta vez la rectoría de la entidad.

Distintos miembros de la UEFA dijeron que era el momento de que Blatter dejara el mando. Esto, debido a la mala imagen que ha conseguido la FIFA tras otorgarle el Mundial de 2022 a Qatar y por los retrasos en la entrega de estadios en Brasil, entre otros problemas que se había presentado en ese momento.

La sospechas de corrupción se han confirmado, el diario británico, “The Sunday Times” mostró en primera plana los documentos según los cuales el empresario catarí Mohamed bin Hammam, pagó cinco millones de dólares a varios dirigentes para influir en su voto en la elección del mundial para 2022, votación realizada en Diciembre de 2010. Los organizadores cataríes y el empresario niegan las acusaciones. Actualmente, una comisión de la FIFA investiga los señalamientos de corrupción contra Catar bajo la dirección del ex fiscal estadounidense Michael García.

Esta comisión suspendió temporalmente al legendario Franz Beckbnauer, acusado de no cooperar con la investigación sobre la presunta corrupción en la elección de las sedes del mundial. El castigo se extiende por 90 días.

El informe de García se debería entregar a finales de este año. Si se confirman estas acusaciones se podría considerar una nueva sede para el Mundial de 2022.

El propio Joseph Blatter, calificó como un “error” la elección de Catar, atribuyendo el problema  a las condiciones climáticas de ese país. Bin Hamman fue suspendido de por vida en 2011 por el comité ético de la FIFA.