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José José remata lujosa mansión

A lo largo de 50 años de carrera artística, José José, de 66, ha enfrentado diversos problemas de salud que lo han llevado a cambiar su nivel de vida.

Nos enteramos de que en febrero pasado, por fin pudo vender la mansión en la que vivía con su esposa Sarita, Celine, de 24 años, y Monique, de 23, hijas del primer matrimonio de ella, y Sarita, de 17, la hija de ambos, por la cantidad de 30 millones 320 mil pesos (2 millones 300 mil dólares), ubicada en la lujosa zona de Coral Gables, en Miami, Florida, y que puso a la venta desde 2009.

El Príncipe de la Canción y su familia se mudaron a un departamento pequeño de tan solo 139 metros cuadrados, por el que paga una renta de 46 mil pesos (3 mil 500 dólares) al mes. Pero el cantante no tiene planeado vivir en ese lugar por mucho tiempo, pues pretende buscar un lugar más amplio. Platicamos con el intérprete de Almohada y nos habló sobre su estado de salud actual.

Señor, ¿cómo se siente de su voz?

"Todavía existe la posibilidad de aislar la bacteria de Lyme (infección causada por una bacteria llamada Borrelia burgdorferi transmitida por el venado; la picadura de una garrapata infectada puede transmitir la enfermedad a humanos y a animales), para que no cause parálisis y mi garganta vuelva a recuperarse del daño.

Me cuesta trabajo hablar por la falta de aire en el pulmón y en la tráquea del lado izquierdo, pero mis cuerdas vocales están limpiecitas. La doctora tiene a mi garganta color perla, como debe ser. Por eso, gracias a Dios, existe la posibilidad de recuperarnos por completo, a todo nivel, ya que gracias a mi edad me otorgaron un seguro médico en Estados Unidos".

¿Ya saldó sus deudas con la Secretaría de Hacienda?

"Ya no le debo nada a Hacienda, gracias a los contadores que me ayudaron a resolver mis problemas de impuestos. Ya estamos a mano. Fue una pelea de años, pero logré pagarle aunque todavía le debo a mis contadores y, la verdad, ahora mi familia y yo vivimos al día".

¿Cómo va de la caída del escenario del año pasado?

"Ahí la llevo. Hay días en que puedo caminar porque hago ejercicio, pero hay otros que no y digo: 'Caray, no cabe duda de que está pasando el tiempo y los años'”.

Con información de El Grafico